Capítulo 59: ¡Arrodíllate y Admite tus Errores!

¡Swoosh!

Luo Cheng adelantó a unas cuantas personas más y estaba a punto de atravesar la Boca de Calabaza.

De repente, los instintos de Luo Cheng se dispararon, y su figura se desvió hacia un lado.

¡Bang! ¡Bang!

Dos figuras saltaron desde detrás de las rocas, sus potentes puñetazos rozando a Luo Cheng.

Luo Cheng retrocedió unos pasos, mirando fríamente a los dos hombres frente a él:

—¿Quiénes son ustedes? ¡No recuerdo que nos conozcamos!

—Tú no los conoces, pero ¿me conoces a mí?

Lu Yan emergió desde detrás de una roca, sus ojos triangulares brillando con satisfacción arrogante mientras miraba a Luo Cheng.

—¡Así que eres tú!

Luo Cheng frunció ligeramente el ceño, sorprendido por la persistencia de su oponente.

¡Jeh jeh!

Lu Yan se burló fríamente, su tono indiferente:

—¿No has olvidado lo que pasó en el Pabellón Lingyun, verdad?

Mientras hablaba, los tres se colocaron en formación de pinza, rodeando a Luo Cheng en el medio.

Lu Yan miró fijamente a Luo Cheng, sonriendo: