Al escuchar que Luo Cheng aceptaba un duelo a vida o muerte con Sha Qi, el Anciano Yan Feng suspiró suavemente en su corazón.
Los jóvenes son ciertamente jóvenes, incapaces de soportar la más mínima provocación, ignorando la sabiduría del dicho: «La paciencia trae mares en calma, la retirada trae vastos cielos».
Dada la situación, el Anciano Yan Feng no pudo decir más, y simplemente asintió, diciendo:
—Muy bien, que sea a tu manera.
Con esto, la atmósfera en la escena alcanzó instantáneamente un punto de ebullición.
Muchos ojos se centraron en Luo Cheng.
Debido al drama durante la Prueba de la Nube Verde, muchas personas habían oído hablar de Luo Cheng, aunque pocos lo conocían realmente. En este momento, las voces comenzaron a murmurar.
—Así que él es el infame Luo Cheng del que todos han estado hablando últimamente. ¡Es tan joven! Ya estar en la Quinta Capa del Reino de la Trascendencia a su edad, no adivinarías que su Alma Marcial era solo un Alma Marcial Desperdiciada.