—Parece que tu fuerza física es apenas aceptable.
Luo Cheng se sacudió tranquilamente la ropa.
—¡Maldita sea! ¡Estás celebrando demasiado pronto! ¡Este puñetazo destrozará tu confianza y te hará arrodillarte y suplicar piedad frente a mí!
La voz de Luo Cheng era tranquila, pero Shi Chuan sintió una abrumadora sensación de desdén. Avergonzado y enfurecido, reunió toda su fuerza en su puño derecho y lanzó otro furioso golpe.
—¡Puño Condensador de Montaña!
Este puñetazo fue aún más feroz, creando ondulaciones en el aire circundante y difuminando su claridad.
—Disculpas. Solo estaba jugando contigo antes.
El tono de Luo Cheng era indiferente. Dio un paso adelante con su pie derecho y lanzó un contragolpe.
¡Thud!
Bajo la atenta mirada de todos, los dos puños colisionaron directamente con un impacto resonante.
Al momento siguiente.
¡Crack!