Luo Cheng regresó a su asiento.
—¡Luo Cheng, eres simplemente demasiado fuerte! ¿No viste las expresiones de todos hace un momento? ¡Incluso esos maestros de la generación anterior quedaron impactados por tu fuerza! Muchos están diciendo que tienes posibilidades de llegar a los quince mejores, ¡quizás incluso a los diez mejores!
El rostro de Tuoba Lie estaba lleno de emoción y orgullo, como si él fuera quien dominaba la arena.
Luo Cheng sonrió levemente.
¿Entre los quince mejores?
¿Entre los diez mejores?
¡Tales objetivos estaban por debajo de él!
A su lado, Chen Lingyu sonrió encantadoramente.
—Hermano Menor, la segunda ronda de combates está por comenzar. Cuando nos enfrentemos, será mejor que seas suave conmigo.
Luo Cheng asintió.
—Lo seré.
Ante estas palabras, Chen Lingyu quedó momentáneamente aturdida, sus ojos llenos de sorpresa.
La fuerza de Luo Cheng ciertamente excedía sus expectativas, pero no hasta el punto de causarle temor.