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¡Boom!
Un destello de Qi de Espada salió disparado como un relámpago que atraviesa las nubes, descendiendo sobre la tercera arena en un instante. Su aterradora agudeza agitó ondas a través del aire, ¡con el feroz vendaval rugiendo en todas direcciones!
—¡Qi Guyun ha hecho su movimiento!
La acción repentina de Qi Guyun sobresaltó a todos los presentes.
En la tercera arena, la mirada del anciano árbitro parpadeó con vacilación al notar el Qi de Espada que se aproximaba. Sutilmente, lanzó una mirada al Octavo Príncipe Jin Min sentado entre los espectadores.
Jin Min estaba sentado con tranquilidad, su comportamiento firme y sereno. Incluso el Gran Anciano Qin Yun a su lado permanecía tan calmado como una montaña.
Al ver esto, los ojos del anciano árbitro brillaron levemente, y su palma levantada bajó gradualmente sin hacer ruido.