Justo cuando Song Qingshan sentía curiosidad por lo que Qin Chuan quería hacer, vio a Qin Chuan caminar hacia adelante, levantar a Liu Fei sobre su hombro y dirigirse hacia el pequeño dormitorio.
—Qin Chuan, ¿qué estás haciendo?
—¡Bájame rápido!
—¡Esposo, sálvame!
La habitación se llenó con los gritos penetrantes de Liu Fei.
Wang Song apretó los puños con fuerza, viendo cómo Liu Fei era llevada por Qin Chuan al pequeño dormitorio, pero no hizo nada.
Quería detenerlo, pero no se atrevía.
Las acciones de Qin Chuan tomaron a Song Qingshan completamente por sorpresa. Después de un breve momento de asombro, Song Qingshan suspiró y sacudió la cabeza, con un indicio de decepción en sus ojos.
Había pensado que Qin Chuan se desataría, matando a esta pareja desvergonzada, pero no esperaba que actuara así.
En ese momento, en el pequeño dormitorio, Qin Chuan arrojó a una furiosa Liu Fei sobre la cama, dejó escapar un rugido bajo y se abalanzó sobre ella.