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Song Qingshan de repente recordó las tres predicciones hechas por el taoísta de túnica púrpura.
¡El anciano de cabello blanco como grulla frente a él estaba aquí para matarlo, enfrentando a un Gran Maestro de Habilidad Energizante, su muerte era segura!
¡Eso significaba que había fallado en aprovechar la gran oportunidad!
Miró a Song Yan por última vez, revelando una sonrisa gentil y habló:
—Xiao Yan, de ahora en adelante, la Familia Song está en tus manos y las de Xiao Jie!
Song Yan aún no se había recuperado de su conmoción cuando Song Qingshan ya había salido del coche, instruyendo a Xiao Li:
—¡Llévate a la señorita y vete!
—¡Jefe de Familia!
Xiao Li estaba profundamente conmovido, sabiendo a lo que Song Qingshan estaba a punto de enfrentarse.
—¡Abuelo, no!
Song Yan gritó, a punto de salir del coche.
Pero Song Qingshan bloqueó la puerta, gritándole a Xiao Li:
—¡Vete!