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Los ojos de Tang Zhonghan enrojecieron inmediatamente mientras decía con rostro afligido:
—Se la llevó una vieja bruja.
Las cejas de Qin Chuan se fruncieron, mientras los demás observaban con sorpresa.
Tang Zhonghan explicó:
—Fui perseguido y atacado por Chen Jinsong y sus hombres, y al final, mi nieta y yo caímos al Río Laolong. Usé todas mis fuerzas para nadar con ella hasta una orilla poco profunda.
—Justo entonces, apareció una anciana con un bastón. Dijo que mis heridas eran demasiado graves y que no sobreviviría, luego se llevó a mi nieta.
—Intenté desesperadamente proteger a mi nieta, pero la vieja bruja me dejó inconsciente de una patada. Cuando desperté, ya estaba aquí.
Al escuchar sus palabras, todos parecían indignados.
Dongfang Yiren dijo enojada:
—Esta vieja bruja es realmente despreciable, no solo se llevó a tu nieta sino que también te hizo daño.
Song Qingshan frunció el ceño y dijo: