Qin Chuan, cuya reacción finalmente se puso al día, inmediatamente se sonrojó, y la atmósfera en la habitación se volvió algo delicada.
Al ver que Qin Chuan permaneció en silencio durante mucho tiempo, Dongfang Yiren preguntó ansiosamente:
—¿Qué pasa? ¿Es mi enfermedad muy difícil de tratar?
Qin Chuan negó con la cabeza apresuradamente y luego dijo con seriedad:
—En realidad, tu condición no es grave, es solo que los síntomas son difíciles de discutir, por eso se pasó por alto el tratamiento correcto.
Las finas cejas de Dongfang Yiren se fruncieron. Siendo ella misma estudiante de medicina con formidables habilidades médicas, no había detectado ninguna enfermedad en sí misma.
Mientras reflexionaba sobre esto, Qin Chuan dijo:
—Hay un problema con tu glándula tiroides, que ha causado un trastorno endocrino y ha liberado un exceso de cierta hormona, lo que ha llevado a tus síntomas actuales.
El rostro de Dongfang Yiren mostró inmediata sorpresa mientras decía: