304

Cuando el grito de Qin Chuan cayó, Tang Zhonghan, quien ya había perdido todos los signos de vida, comenzó a temblar violentamente.

—¡Abuelo!

Con lágrimas de alegría, el rostro de Tang Yue'er se llenó de emoción.

Aunque Tang Zhonghan aún no había despertado, la respuesta de su cuerpo indicaba que había vuelto a la vida.

Sin embargo, el rostro de Qin Chuan estaba más serio que nunca mientras formaba sellos con ambas manos antes de extender su dedo índice derecho, tocándolo directamente en la frente de Tang Zhonghan.

Gritó de nuevo, —¡Tang Zhonghan, despierta!

Pero esta vez, después de su grito, su complexión instantáneamente se tornó pálida, y su aura cayó bruscamente.

El cuerpo de Tang Zhonghan tembló aún más intensamente, pareciendo luchar desesperadamente por abrir los ojos y levantarse, pero no podía.

—¡Qin Chuan!

Song Yan, quien había estado prestando mucha atención a Qin Chuan, se sintió desconsolada al verlo tan enfermo.