Las palabras de Luo Changsheng casi hicieron desmayar a Xiao Mengyi, quien mordió con fuerza sus labios rojos para mantenerse consciente.
Temblando, preguntó:
—¿Abuelo, esto es cierto?
No había necesidad de ocultar nada a estas alturas, así que Luo Changsheng asintió y dijo con voz profunda:
—Antes de Xiao Qing, tu padre tuvo una esposa anterior, y tú eres la hija de tu padre y su esposa anterior.
—Xiao Qing era disoluto en su juventud y perdió su fertilidad, y por el bien de la reputación de la Familia Xiao, encontraron a Luo Jun, quien acababa de divorciarse, para traerte a la Familia Xiao como yerno.
—Pensamos que la Familia Xiao te trataría bien, pero nunca esperamos que solo te usarían como una herramienta para intercambiar por beneficios.
Unas pocas frases simples confirmaron lo que Xiao Qing había dicho: Xiao Mengyi no era su hija biológica.