Xia Xue no esperaba que simplemente bailar en el parque causaría un problema tan grande.
Aunque ella y Zhang Yang no eran celebridades, ambos trabajaban en entornos donde interactuaban con muchas personas.
Era inevitable que fueran reconocidos, pero esos eran solo problemas menores.
Lo más preocupante era ser malinterpretados por familiares y amigos.
Al ver que Cheng Yue también dudaba de ellos, Xia Xue sintió que estaba a punto de perder el control.
De repente, Xia Xue buscó apresuradamente su teléfono móvil.
—Zhang Yang, llama rápido a Xiao Man y explícale todo. No dejes que malinterprete.
Al ver que el primer pensamiento de Xia Xue era preocuparse por él y Xiao Man, Zhang Yang se sintió conmovido y no pudo evitar sentir simpatía por Xia Xue.
En ese momento, Chen Yun se levantó y dijo:
—Relájate, ¿de qué hay que preocuparse? Es solo un video de baile. Yo también fui al parque a buscarlos más tarde. Responderé por ustedes, si alguien se atreve a dudar, se lo explicaré.