Shen Jiayi miró a Wang Bin con una mirada fría, finalmente dándose cuenta de que el hombre con gafas frente a ella se atrevía a menospreciar a su Hermano Zhang Yang.
Miró las dos botellas de Moutai en la mesa, las agarró y las arrojó contra Wang Bin.
Nadie esperaba que Shen Jiayi fuera tan audaz, que realmente atacara.
Sin embargo, le faltaba un poco de fuerza, y Wang Bin logró esquivarlas.
No obstante, Wang Bin estaba furioso, pero aún tenía que mantener la compostura, sin poder desquitarse con una joven.
Le gritó directamente a Zhang Yang:
—Zhang Yang, ¿qué estás haciendo? Tu hermana no tiene modales, ¿y tú no la disciplinas?
—Una cosa es ser pobre, pero otra es ser tan maleducada.
—¿Te atreves a insultar a mi Hermano Zhang Yang?
Jiayi estaba genuinamente indignada esta vez, agarró la otra botella de Moutai y la arrojó a Wang Bin con todas sus fuerzas.