—¿Puede Xinxin ser solo para el Hermano Zhang Yang en el futuro? —bromeó Zhang Yang.
Wang Xinxin se dio la vuelta y miró a Zhang Yang con cariño.
—Hermano Zhang Yang, de ahora en adelante, Xinxin te pertenecerá solo a ti. Xinxin será tu tesoro exclusivo, sin permitir que nadie más la toque.
—Solo el Hermano Zhang Yang puede hacer lo que quiera con Xinxin, ¿está bien?
Parecía que los eventos de hoy habían sacudido enormemente a Wang Xinxin, haciéndola incapaz de acomodar a cualquier otro hombre en su corazón.
Incluso el pensamiento de que otros hombres tocaran su cuerpo la hacía sentir enferma.
Las palabras de Wang Xinxin también le dieron a Zhang Yang una enorme sensación de satisfacción y logro, tener una chica tan joven y hermosa completamente dedicada a él era algo de lo que estar orgulloso.
Entonces, Wang Xinxin también comenzó a moverse.