Capítulo 304: ¿No Son Bonitos los Pies de la Cuñada?

—¿Entonces, cómo vas a cuidar de tu cuñada? —preguntó Mengyan, con los ojos llenos de una seducción primaveral mientras miraba a Zhang Yang.

Ese título de cuñada, como un hechizo, encendió completamente el deseo de Zhang Yang.

—Cuñada, ¡eres tan hermosa! —La mano de Zhang Yang estaba debajo de su falda, amasando sin cesar las firmes nalgas de Mengyan.

La sensación era realmente increíble, y Mengyan jadeaba continuamente.

Al ver el ardiente deseo en los ojos de Zhang Yang, su cuerpo se iba excitando gradualmente.

—Pequeño Chico Malo, si tu hermano supiera que estás tocando el trasero de su esposa, te mataría.

Al escuchar esto, Zhang Yang naturalmente dijo:

—Entonces él no lo sabrá, y no habrá ningún problema.

Con eso, Zhang Yang levantó a Mengyan por la cintura y rápidamente se dirigió hacia el dormitorio.

—Pequeño Chico Malo, ¿qué estás haciendo? Estoy tan asustada, parece que me vas a devorar, tu cuñada va a gritar.

—Grita entonces, cuñada, me encanta escucharte gemir.