—¿Cuándo conseguiste todas estas cosas?
Yang Min vio a Lin Feng manipulando algunos artilugios, como un sapo amarillo que parecía bastante lindo. Subconscientemente quiso tocar su barriga regordeta.
—Si no quieres pasar los próximos quince minutos convulsionando, puedes tocarlo. Este es un Sapo Paralizante. Aunque no es una Bestia Demoníaca, hace que muchas Bestias Demoníacas se alejen de él.
Lin Feng, usando un par de guantes especialmente fabricados, colocó cuidadosamente el Sapo Paralizante dentro del nido del Oso del Viento Negro. Luego instaló algunas otras cosas alrededor de los árboles circundantes, todas las cuales eran trampas con efectos de parálisis o veneno, interconectadas de manera encadenada.