Capítulo 1: El día que la realidad se quebró

El cielo estaba despejado. Las clases terminaban temprano ese viernes, y Eidan Kuro caminaba por el pasillo con su típica sonrisa tranquila, saludando a quienes ni siquiera sabían su nombre.

—¡Ten cuidado con eso, Hime! —dijo, atrapando al vuelo una caja de tizas que una compañera había dejado caer.

Nadie lo veía como alguien especial. De hecho, Eidan era… normal. Sin notas brillantes, sin habilidades físicas impresionantes. Pero tenía algo raro: siempre ayudaba sin pedir nada a cambio. Y esa amabilidad, en un mundo como el suyo, era casi una rareza.

A las 3:18 p.m., la realidad se quebró.

Una grieta apareció en el aire frente a la clase 2-B. No era una ilusión ni una sombra: era una fisura negra, flotando en el centro del aula, como si alguien hubiese roto el vidrio del mundo.

Gritos. Algunos intentaron correr. Otros simplemente quedaron congelados. Eidan, sin entender nada, retrocedió… pero entonces la grieta se abrió completamente y lo absorbió a él y a media clase como si fueran hojas en el viento.

Oscuridad. Frío. Dolor. Silencio.

Y entonces… luz.

Eidan despertó tumbado en una pradera azulada. El cielo parecía roto, como si fuera un espejo gigante colgado del universo. Fragmentos flotaban en el aire, reflejando cosas que no existían. A lo lejos, se alzaban montañas huecas con puertas esculpidas en lenguas desconocidas.

Estaba solo.

—¿Dónde… estoy?

Un sonido digital resonó en su mente.

[Fragmento detectado: Error 000]

Sincronización iniciada…

¡Advertencia! Fragmento Glitch inestable. Riesgo alto.

¿Aceptar Sincronización? [SÍ / NO]

Eidan tragó saliva. No entendía qué estaba pasando. ¿Un videojuego? ¿Un sueño?

Entonces vio un símbolo flotando frente a él. Un círculo roto, parpadeando como si tuviera interferencia. Su instinto gritaba que no tocara eso. Pero su corazón… sentía que no tenía otra opción.

—...Sí. Acepto.

El símbolo se fundió con su pecho, ardiendo como fuego y frío al mismo tiempo.

Eidan Kuro, sin saberlo, se había convertido en el único portador del “Fragmento Glitch” —un poder capaz de romper las reglas del mundo.

Y en algún lugar, muy lejos, una voz que le fue familiar una vez susurró:

—Eidan… tú no debiste venir aquí. Pero ahora que estás… no te dejaré salir