Capítulo 64: El Corazón del Alfa

Arrojé el amuleto roto de la luna contra la pared con todas mis fuerzas. Rebotó y se deslizó por el suelo, burlándose de mí con su brillo plateado. Tres días desde que Lucien se fue. Tres días cuestionando todo lo que creía saber sobre el amor y el destino.

—Necesitas comer algo —dijo Kael desde la puerta. Su voz era más suave de lo que jamás la había escuchado.

—No tengo hambre —murmuré, mirando el amuleto. ¿Cómo podía mi verdadera pareja traicionarme? La Diosa de la Luna no debería cometer errores.

Kael se acercó, dudando antes de sentarse a mi lado en la cama. —La manada necesita a su Luna fuerte.

—¿Incluso si su Luna fue lo suficientemente estúpida como para enamorarse de un traidor? —pregunté con amargura.

La mandíbula de Kael se tensó. —No sabemos con certeza que él...

—¡Se llevó el libro del ritual y desapareció la misma noche que encontramos el amuleto entre sus cosas! —exclamé—. ¿Qué más pruebas necesitas?