POV DE ARIA
Pero el rostro de Luna Cuervo se retorció de rabia.
—Niña tonta —siseó—. No tienes idea de lo que acabas de desatar.
—¿Qué quieres decir? —pregunté.
Luna Cuervo sonrió fríamente.
—¿De verdad pensaste que éramos los únicos observándote? El Consejo no es el único enemigo al que deberías temer.
El suelo estalló bajo mis pies.
Me lancé hacia un lado mientras trozos de piedra volaban por todas partes. Las enormes raíces del árbol ancestral irrumpieron a través del suelo como dedos gigantes alcanzando el cielo.
—¿Qué está pasando? —gritó Kael, agarrando mi brazo para estabilizarme.
—¡No lo sé! —le grité en respuesta, pero eso no era completamente cierto. En lo profundo de mi pecho, algo me estaba atrayendo hacia el árbol. Algo que se sentía como hogar.