Capítulo 6

"""

Con manos temblorosas, mi padre cuidadosamente me subió la manga, sus dedos tocando ligeramente el material rasgado. Bajo la sangre y la suciedad había una marca de quemadura reconocible, una que se había desvanecido pero nunca desapareció por completo. Su mano se detuvo mientras la miraba fijamente.

Intenté hablar, con la garganta adolorida y dolorosa, y logré susurrar una sola palabra, áspera pero clara.

—Papá...

En ese momento, algo dentro de él se quebró. La comprensión cruzó por su rostro, seguida de una oleada de dolor tan intenso que pareció dejarlo sin aliento. Rápidamente se quitó su costosa chaqueta, cubriéndome con ella, sus manos temblando mientras me envolvía firmemente en su abrazo.

—¿Rubio? ¿Quién te hizo daño? —Su voz temblaba de ira y preocupación—. ¡Los destruiré! ¡Acabaré con cada uno de ellos!