Grace huyó de mí en pánico, dejando solo una invitación.
Suspiré.
No quería ir, pero no tenía elección.
Porque todo debía aclararse, y prolongarlo así no era bueno para nadie.
Grace todavía no había firmado los papeles del divorcio, y realmente no tenía paciencia para esperar más.
Llevé a Jaxon y la invitación a la terraza del ático.
Melody estaba allí, sus ojos llenos de culpa insoportable, mirándome fijamente, al borde de las lágrimas.
No quería mirarla, así que contemplé el cielo, preguntándome qué estaría tramando Grace.
De repente, un deslumbrante espectáculo de fuegos artificiales estalló en el cielo.
Fueron lanzados desde diferentes partes de la ciudad, formando eventualmente las dos palabras "Kellan" en el aire.
Todos los que presenciaron este momento dejaron escapar exclamaciones de admiración.
Las redes sociales estaban llenas de discusiones sobre esta gran declaración de amor.