Capítulo 34: Una Hoja en Su Garganta

Punto de Vista de Kaelen

Las últimas palabras del sanador quedaron suspendidas en el aire mientras abandonaba nuestras cámaras. El rostro de Lilith destelló en mi mente—sus lágrimas de cocodrilo, su manipulación de la situación, la forma en que había buscado a Ronan fingiendo angustia. El familiar dolor de cabeza que siempre venía con su drama palpitaba detrás de mis ojos.

—Eso salió bien —murmuró Orion, desplomándose en una silla—. ¿Ahora qué?

Caminé de un lado a otro por nuestro estudio, con la culpa royéndome.

—Reaccionamos exageradamente. Arrojar a Seraphina a las celdas sin una investigación adecuada fue...

—Un error —terminó Ronan, con sus ojos azules preocupados.

—El sanador confirmó que no había evidencia de violencia —dije—. Solo la palabra de Lilith contra la de Seraphina.

Orion se pasó una mano por el cabello.

—Ella sigue siendo nuestra Luna. Las mazmorras no son apropiadas, independientemente de lo que haya hecho.

—¿Estás sugiriendo que la liberemos? —pregunté.