Capítulo 149: El Reclamo de un Captor

—Quítate el vestido —su orden cortó la habitación como una cuchilla.

Me quedé paralizada, el vestido de seda carmesí pegado a mi piel humedecida por el sudor. Mi cuerpo ardía desde adentro hacia afuera, mi celo haciendo que cada toque, cada sensación fuera casi insoportable.

—Dije que te lo quites —su voz era más firme ahora, cargada con autoridad de Alfa que hacía que mis rodillas flaquearan.

Con dedos temblorosos, alcancé los delgados tirantes de mi vestido. Mi mente gritaba en protesta, pero mi cuerpo—mi traicionero cuerpo consumido por el celo—respondía a su autoridad. Deslicé los tirantes por mis hombros, dejando que la tela sedosa se acumulara a mis pies.

El aire fresco besó mi piel desnuda, haciéndome temblar a pesar del fuego que ardía dentro de mí. Me paré frente a él completamente expuesta, mis brazos moviéndose instintivamente para cubrirme.

—No lo hagas —su orden detuvo mis manos a medio camino—. Déjame mirar lo que he comprado.