Capítulo 84 Que Tengas un Buen Viaje

Por encima del firmamento, nubes oscuras se arremolinaban.

Ocultaban las ya escasas estrellas, envolviendo todo el reino secreto en una oscuridad interminable.

En un terreno plano cerca de un pantano.

Varias tiendas se erguían, con la hoguera central extinguida por el viento frío, dejando solo trozos de carbón emitiendo un brillo rojizo.

Dentro de una de las tiendas.

Yan Bing y su hermano se apoyaban espalda con espalda, ambos con los ojos firmemente cerrados, arcos largos en mano.

¡Frufrú, frufrú!

Un sonido tenue, como el de una tela frotándose contra algo, vino desde fuera, provocando que ambos hombres abrieran los ojos simultáneamente.

Ambos eran fuertes guerreros en la Segunda Capa del Reino Elixir Dorado, sus sentidos diez veces más agudos que los de una persona ordinaria.

Yan Bing bajó la voz.

—¡Hay algún ruido afuera!

Yan Yu asintió sutilmente.

—Espera un poco más...

Afuera, todo estaba en silencio.

De repente...

Un rugido helado estalló.