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¡Boom! ¡Boom! ¡Boom!
Rugiendo entre el cielo y la tierra, como un huracán conectando el firmamento y la tierra.
En las manos de Xiao Yi, fue desgarrado en dos mitades.
Los vientos desgarradores se disiparon repentinamente en la nada del vacío, y los soldados atrapados en el huracán cayeron del cielo; sin la barrera de los vientos feroces, no sufrieron heridas graves.
Sin embargo, en todo el campo de batalla...
Cientos de miles de soldados quedaron en absoluto silencio.
Todas las miradas estaban fijas en la figura que se erguía en el cielo, vestida con armadura plateada—Xiao Yi.
¡Glup!
Alguien tragó saliva con fuerza, rompiendo el silencio sepulcral.
Como una piedra arrojada a un pozo antiguo, las ondas se extendieron...
—¡Maldición! ¡Maldición! ¡Maldición!
—¿Qué acabo de ver? ¿Desgarrar el viento con las manos desnudas? ¿El Rey Marcial realmente hizo eso?