—Hoy, al unirse al Instituto Xiaoshanhe y convertirse en discípulos bajo mi tutela, ¡este es un momento trascendental!
Xiao Yi comenzó lentamente, su voz clara y resonante como un trueno en un día soleado, el trueno reverberante golpeando cada oído.
Resonó sobre la vasta Montaña del Dragón Imperial.
Todas las miradas se fijaron intensamente en Xiao Yi, sin parpadear, escuchando atentamente cada palabra que pronunciaba.
La voz de Xiao Yi se volvió cada vez más tranquila, pero la autoridad en sus palabras se hizo cada vez más poderosa.
—Creo que muchos de ustedes deben haber oído hablar del Instituto Xiaoshanhe antes de esto.
La multitud asintió.
—Adelante, díganme, ¿cómo es el Instituto Xiaoshanhe en sus mentes? —preguntó Xiao Yi.
La multitud intercambió miradas, sin saber qué decir.
Entre la gente,
Jin Feiyan, siempre animada y bastante descarada, soltó:
—¡Basura! Lo que más he escuchado es que si no te esfuerzas, terminarás en el Instituto Xiaoshanhe...