Tarde en la noche.
Después de arrojar ese paquete al Horno de Píldoras, Ning Kang huyó a toda prisa, buscando refugio con la Familia Nangong.
Nangong Shengtian y Nangong Shengji lo recibieron personalmente.
Esto hizo que Ning Kang estuviera aún más seguro de que su decisión era la correcta. Se inclinó respetuosamente ante los dos hombres y dijo:
—Ancianos, jefe de familia, he seguido sus órdenes y he arrojado ese paquete al Horno de Píldoras.
—¡Lo has hecho muy bien!
Nangong Shengtian sonrió y asintió, acercándose a Ning Kang y dándole una palmada en el hombro.
—Ning Kang, ahora hay una cosa más que necesito que hagas. Una vez que esté hecha, ¡serás mi nieto adoptivo!
—¡Por favor, deme sus instrucciones, Anciano! —dijo Ning Kang emocionado, golpeándose el pecho en señal de seguridad.
Nangong Shengtian, con una sonrisa, dijo: