Adriano
Una infancia perfecta eso tuve una madre atenta a su hijo y esposo, un padre que cuidaba y prestaba atención a todo sobre su hijo, dando siempre todo lo mejor para mí no me quejaba no lo hacía hasta que cumplí los dieciséis años, fue cuando mi padre me mostró nuestro mundo, nuestro infierno.
Una noche mientras volvía de una fiesta mi padre me llamo a su despacho supuse que iba a regañarme por escapar de casa sin seguridad e ir de fiesta, entonces me sonrió, mientras caminamos me di cuenta de que íbamos a la parte prohibida de la mansión.
Antes de abrir las puertas de un lugar, me sonrió y acaricio mi mejilla sus palabras fueron:
"Estás listo, hijo mío, es momento de entrenarte tengo miedo a que un día aparezcas con tu hijo en brazos y vayas a perderlo un hombre debe proteger lo que ama no lo olvides."
Esas palabras eran raras para mí en ese entonces abrió las puertas un hombre estaba encadenado de los brazos, estaba ensangrentado quería escapar, pero mi padre me detuvo.
"Carlo mira te lo presento este es mi hijo Adriano Masserano te lo hubiera confiado,, pero me traicionaste."
Entonces mi padre llamo a Dante su mano derecha aquel que desde niño me ayudaba en todo ese hombre que era como un segundo padre vino y le clavo un cuchillo en la pierna, frente a mis ojos, mi padre saco su arma y se puso en mí detrás me sostuvo e hizo que agarrara el arma.
"Adriano este hombre no merece nuestra piedad mátalo y demuestra que eres mi hijo solo apretá el gatillo."
Estaba nervioso esa fue mi primera vez, pero al final lo hice entonces al cumplir los veinte años ya sabía cómo funcionaba mi mundo y a pesar de todo era feliz hasta ese entonces dónde una noche no lo previne y un negocio salió mal.
Los hombres de mi enemigo lograron ingresar a mi casa la guardia que había no logro detenerlos y mi padre no pudo solo, los resultados fueron mi madre herida resultando en un coma y mi padre fallecido, sobra la tumba de él llore por primera vez y la última jurando que iba a destruir a todos los que dañaron mi hogar.
Los años pasaron logré descubrir y destruir a mis enemigos mi madre no despertó hasta ahora descubrí que la vida no es tan buena ni dulce no tenía amor ni nada que mi madre decía que tendría para mis treinta y dos años la fachada de empresario y economista habían servido mucho podría morir sobre dinero que no me hacía feliz.
De todos los lugares de Italia Calabria no solo porque naciera ahí sino por mis recuerdos sobre como podía nadar en su playa donde era un mundo ideal deje pasar con el tiempo mis recuerdos y de donde nací, cuando iba a ir a Nueva York, para terminar un pequeño trabajo sobre dinero, mi avión tuvo que aterrizar de emergencia en Miami ya sabia que era culpa de Paolo ese hombre nunca acepto que yo asumiera el cargo de mi padre.
Mientras reparaban mi avión decidí que iba a visitar a un hombre que me debía más que su vida era un ministro de pésima calidad, pero que ayudaba a blanquear mis fondos en este país, el hombre estaba en un evento de modo por su puesto buscaba su próxima víctima sexual, borracho y descontrolado así lo encontré sobre una mujer que intentaba huir de él.
La mujer era hermosa la ayudé por lástima, pero ahora me arrepiento que creo que la terminaré matando yo esa mujer era Cora una mujer sexy de cabellos cafés piel un tanto blanca y ojos verdes, pero su belleza y personalidad eran distintas la acogí un año mientras superaba 'el daño' un año en dónde me la había follado y ella enloquecido siempre que salía me celaba, su carrera avanzo y la eche de mi casa en Calabria.
Pero los ancianos de mi organización creyeron que era momento de joderme la vida diciendo que debía poner una anillo en una mujer, necesitaba un heredero, estaba harto, entonces la volví a encontrar le propuse matrimonio y dejé que hiciera su vida por un año más.
Hasta que volvieron a molestar los ancianos no pude evitarlo más que un año más, en ese otro año descubrí que Cora era la amante de mi tío no me interesaba si no fuera que ese hombre tenía a la mujer más dulce del mundo mi tía lo amaba a pesar de todo y Cora solo se lo follaba en secreto deje pasarlo omito todo, pero Cora decía que era hora de casarse la mujer me asqueba siempre que intentaba acercarse a mí.
La presión volvió gracias a Paolo y mi tío, sobre como necesitaba un hijo, me daban cuatro meses para mostrar a mi mujer y una maldita ecografía sobre su embarazo, gracias a sus caprichos fuimos a pedir su mano a sus padres.
Lo encantador de este día fue cuando decidí caminar por esa casa y distraerme entonces entre en la que creí que era su habitación todo olía magnífico era un olor delicioso muy inusual a sus perfumes, las fotografías en la pared mostraban a una Cora distinta ojalá me hubiera mostrado a esa mujer antes, entre por curiosidad a su baño incluso el baño tenía ese olor por una extraña razón eso me excitaba, pero entonces escuché los pasos de unos tacones entrar en la habitación y supuse que era Cora, la vi entrar, pero ella no llevaba el vestido con el que vino, sin embargo se veía magnífica muy tentadora.
Cora me había sorprendido entonces si lo hacía todo para que la follara lo iba a hacer ahora que más daba igual iba a hacer mi esposa cuando la sostuve de la cintura su olor se intensificó, la iba a besar después de regañarla, pero comenzó a reír, luego me apartó entre en confusión mientras ella decía muchas tonterías, no pude evitar tomarla del pelo su forma de hablar sin parar era irritante, pero en vez de calmar mi ira me editó más su expresión de dolor y su cabello sedoso.
Hubiera hecho más si no fuera por la mujer que entró gritando y golpeó a la chica, entonces entendí está era esa hermana que Cora decía que era una desgracia, no valía la pena nombrar la, iba a irme, pero en cuanto baje las escaleras vi llegar un coche feo, pero eso no importaba sino que estacionó en la puerta.
No lo vi venir la otra mujer bajar con un vestido rojo que para la mala suerte suya era mi color favorito, llamo mucho más mi atención, hasta que ella dijo que no iba a volver hasta muy tarde, pero lo que me puso de muy mal genio fue escuchar como nombraba a alguien más esto era nuevo para mí nunca quise poseer tanto a alguien, mientras Cora y sus padres decían tonterías no pude evitar ver como ella lo abrazaba y le sonreía.
Tal vez habría algunos pequeños cambios sobre esta boda , unos encantadores que iba a moldear a mi gusto.