Adriano
El olor a cigarro, whisky caro estaban en el aire de la sala de juntas, el olor a sangre cada vez más se hacía más fuerte, tres hombres muertos en sus asientos, no pude evitar matarlos quisieron dejar mi negocio de lavado de dinero, era yo quien los alimentaba y estos perros traidores planearon darme la espalda e intentar dejarme ya estaba enojo por el asunto de mi mujer, ellos solo lo empeoraron.
Había pasado la noche en vela en cuanto la ví salir por esa puerta con ese maldito vestido, como un acosador no pude evitar escabullirme en su habitación estaba cansado de la opresión de la situación de los malditos ancianos, no pude evitar oler su aroma me recosté en su cama su olor era más fuerte y me excitaba al punto de imaginar la sobre mi mientras gritaba mi nombre , en un par de horas esa mujer había asesinado mi cordura solo con su olor .
Dormí mientras olía su almohada cuando desperté ya era de noche y los gritos de Cora buscando me son importar que dijera salí de la habitación al no soportar la presencia de ninguna de estas personas, mi mujer tampoco estaba me fui.
Al día siguiente fui a su casa temprano,, pero ella aún no había llegado los impulsos de beber temprano me agarraron mientras le daba a Cora y su madre mi tarjeta ya iba por mi segunda copa, exactamente a las once y treinta con trece segundos, Ava llegó abrió la puerta exactamente cuando estaba por mi quinta copa vi rojo en cuanto vi que llevaba ropa que no era suya, con temor la vi acercarse a mi lugar, quería follarla y arrancarle esa maldita ropa que olía a otro, ella me pegó, odiaba, odiaba que ella me volviera loco, nunca deje que mis impulsos me llevarán,, pero ahora la había sujetado contra mí cuando iba a hacer la mía Cora y su maldita madre volvieron, mí dulce mujer huyó de mí.
Estaba frustrado hasta ahora estos hombres pretendían ignorar la lealtad que me prometieron tuve que matarlos, con un último trago me levante iba a visitar al infeliz que se atrevió a tocar a mi mujer, al llegar a una bodega, la imagen que tenía delante era perfecta y satisfactoria, ese hombre encadenado de manos colgado de brazos, con sangre y golpes por todo lado, saque mi pequeño cuchillo y lo clave en su pierna izquierda era gratificante el grito de dolor que salió de su boca con el único ojo abierto que tenía me vio.
"No….no..n-no sé que hice .... por favor suéltame ...no tengo mucho dinero."
Iba a reír este hombre tan simple y patético rogaba por su vida, como mi pequeña mujer se fijó en este imbécil, saque el cuchillo de su pierna para clavarlo en su costilla derecha, deje el cuchillo enterrado en su piel para luego sostener su rostro.
"Tienes dos opciones te dejo vivir para que te conviertas en uno de mis hombres o te mato agónicamente para quedarme con Ava."
En cuanto pronuncie el nombre de Ava se sorprendió entonces lloro mientras intentaba jalar las cadenas mis hombres dijeron que era pacífico y temeroso, pero ahora intentaba alcanzarme sin importar cuánto se estaba lastimando.
"Dejala ir no le hagas nada, puedes matarme, ella no puede sobrevivir a tanto Ava es inocente."
Me enfurece escuchar como hablaba de ella de esa manera como si la conociera definitivamente no quería vivir entonces dejaría que muera lentamente, como el infeliz que era, tome mi saco y regrese a mi hotel para cambiarme casi era la hora, le había dado a mí 'suegrita' un día entero para pensar sobre como iba a darme a su hija en realidad Cora no importa.
Al llegar a la puerta Cora abrió y con lágrimas en los ojos me abrazó, cuando se separó me sonrió su sonrisa era muy falsa, tal vez muy en fondo era una mujer simple y buena, pero ahora mismo me daba asco tenerla cerca entonces cuando estaba entrando me detuvo y acaricio mi mejilla para hablar.
"Adriano lo entendí todo no es tu culpa te amo mucho por eso sé que es culpa de la desgracia de Ava no te preocupes yo criare al bebé."
Lo que dije sobre una mujer simple lo retiro, empuje su agarre fuera de mi alcance y camine hasta la sala para servirme un trago, sentarme e intentar escuchar a la mujer odiosa sin matarla que se parió frente a mí tome un sorbo y ella se paró como si fuera mejor que yo comenzando a hablar.
"Adriano reconozco que no críe bien a mi otra hija, es por eso que te daré a Cora como esposa reconozco que no puedes renunciar a tu bebé entonces en cuanto Ava de a luz te lo daremos, pero Ava no puede seguir haciendo daño no será tu amante."
Si ya había escuchado mucha idiotez, prefirieron creer en mi palabra antes que la de su hija, lo peor de todo es que estaban dispuestos a arrancar a un bebé de su madre para hacer feliz a la otra hija, esa pequeña mentira que no está lejos de ser verdad era para que me dieran a Ava sin poder negarse, pero en realidad Cora era mucho más desgraciada de lo que pensé.
Tome el último trago, sonreí para arrojar la copa contra la pared todos incluido el hombre que decía ser padre se asustaron me pare y sujete del pelo Cora la arroje al suelo mientras miraba a su madre.
"Ahora ve por Ava, no separaré a mi hijo de su madre Ava es mía, te lo digo mujer como Ava tenga un solo rasguño mataré a Cora, exacto a Cora en sí Cora no es más que la prostituta de mi tío aparte de ustedes dos quien la va a extrañar."
No era mentira no podría alejarme de Ava cada segundo que pasaba se metía mucho más en mi cabeza como un parásito que me absorbía, la mujer baja con Ava, mi dulce florecilla tenía hinchado los ojos de tanto llorar, le rogaba a su madre que le creyera, era increíble como creían en mi palabra, cuando por fin quedo a mi alcance la tome del brazo y la lleve al jardín están a punto de seguirnos, pero con una mirada los estuve cuando Ava estaba sentada en una silla saque mi teléfono y le mostré las imágenes que mi hombre envío.
Ava lloró y grito mientras intentaba pegarme, entonces se detuvo y comenzó a llorar mientras gritaba que lo soltará,y reclamar porque le hice daño.