Explosión de Valor.

“¡Hiroko! ¡Debes bajar de ahí!”

“¡No puedo!”

“¡Eres una chica mágica! ¡Debes acabar con la maldad!”

El ajolote está muy enojado; lo noto en su mirada. Además, me exige que baje del árbol en el que estoy atrapada. Y se preguntarán: ¿cómo llegué aquí? Pues resulta que el jabalí es muy agresivo. En el momento en que intenté acercarme, se abalanzó contra mí. Mi reacción fue correr sin pensar hasta este árbol, luego salté… y ahora estoy atrapada.

De repente, un fuerte golpe hizo temblar el árbol; esto es culpa del jabalí quien, repetidamente, ha intentado tumbar el tronco. La verdad no sé si sentirme segura o no, siento que el tronco puede caerse en cualquier momento.

Quiero bajarme del árbol, pero no sé cómo hacerlo, pero creo que lo peor es lo que está abajo, ese jabalí. Si supiera como deshacerme de él…

“Me da miedo bajar…”

“Pero eres una chica mágica, ¡Esto debería ser pan comido para ti!”

El ajolote estaba intentando animarme.

“Apenas aprendí a transformarme”.

Esa es mi realidad. Tal vez tenga los poderes, o quizás no, la verdad no sé cómo funciona esto. Hasta hace poco era una simple estudiante que intentaba llegar a tiempo a clase, para después, ser regañada por la misma profesora de siempre. De heroína o chica mágica no tengo nada.

“Y no se pelear…” dije en voz baja.

¿Qué podría hacer? Estoy atrapada en un árbol, temiendo al ataque de un jabalí de nivel 1. No tengo siquiera el valor de levantar mi arma y lanzarme contra él. Puede que esto sea un videojuego, pero la inmersión… los gráficos… todo me hace sentir que es mi realidad; o más bien, se siente tan real que se me hace imposible tener habilidades de ese tipo.

En una situación normal me emocionaría y me lanzaría a farmear, pero esto es diferente, muy diferente.

“Hiroko, podrás ser muy… pero muy torpe”.

¿Estás tratando de animarme? Osea, sé que es verdad lo que estás diciendo, pero me estás haciendo enojar. Creo que lo mejor es guardarme este pensamiento…

“¡Pero…! Confío en que puedes luchar y vencer al jabalí con tu poder”.

“Pero no sé quién eres…”

Entiendo que quiera animarme, pero para mí, es solo un ajolote volador. Bueno… el hecho de que vuele no lo hace tan simple. Igual, no lo conozco, ni sé su nombre. ¿Tú creerías o confiarías en alguien que nunca has visto en tu vida? Seré torpe, pero no tonta… ¿o sí?

“Me llamo Katy.” Dijo el Ajolote.

Espera…

“¿¡Eres una mujer!?” ¡Oh Rayos! se me escapó el pensamiento.

“¡Pero que grosera!”

Katy comenzó a golpearme por lo que dije. Sus golpes no duelen porque es muy pequeña, pero sí resultan ser algo molestos. Intenté quitármela de encima, pero fue inútil.

Katy se cansó de golpearme y se separó de mí. Un poco más y me tumbaba del árbol.

En esta situación, no me queda más remedio que confiar en Katy. Me gustaría tener a alguien más que me ayude en esta situación, pero, no tengo amigos, solo… ¿una mascota?

“Bueno, dejando de lado lo que dijiste para ofenderme, te diré como ganarle a ese monstruo.” Katy me mostró su puño, creo que ya sé cual era su intención; nunca lo había hecho con nadie… pero he leído muchos mangas en donde hacen ‘eso’.

Choco mi puño con el de ella, como un símbolo de compañerismo, ¿o quizás de confianza? Un choque de puños puede tener diversos significados… ¡Incluso rivalidad!

***

“¿Estás segura de que esto funcionará?”

Sosteniendo mi lanza, poso sobre la rama del árbol en el que me encuentro, mientras pienso constantemente sobre el plan para vencer al monstruo. Katy solo me dio unas indicaciones básicas, pero supuestamente, incluso yo debería poder realizarlas.

Sonó un poco ofensivo la forma en la que lo dijo, pero decidí dejarlo pasar.

“Confía en tu poder y prueba a usar tu habilidad” Katy me mostraba su pulgar en señal de aprobación.

“Está bien…”

Creo. ¡Nunca me he imaginado haciendo esto en mi vida! Solo me queda optar por confiar en sus instrucciones.

“Es una habilidad que solo tú posees”.

Está sonando como la historia de un héroe con una habilidad única y rota... Bueno, muchas historias manejan ese concepto. ¡Espera! ¡No te distraigas! ¡Hiroko… puedes hacerlo!

Según Katy, esto se debe sentir como mojarme las manos, o algo similar. Debo concentrar ‘energía’ en mi lanza; suena complicado, pero debería ser capaz de entenderlo en poco tiempo.

Es un juego, pero… todas las sensaciones, emociones, todo lo que estoy experimentando es tan real. Mientras hago un esfuerzo por concentrar energía en mi lanza, puedo sentir ‘algo’ recorrer todo mi cuerpo ¿esto es mi poder?

Debo concentrarlo en mi lanza. Siento un pequeño hormigueo en mis manos, algo similar a ponerlas bajo una regadera, solo que, en vez de caer hacia abajo, todo fluye hacia mi arma.

A pesar de estar concentrada en mi poder, pude escuchar a Katy decir algo más.

“Hiroko, tú eres…”

Mi arma estaba repleta de energía, y emanaba un intenso calor por sí misma, ¡es hora de atacar!

Salto del árbol y me lanzó contra el jabalí, con mi lanza apuntando hacia delante. Recitando unas palabras, activo mi poder.

“¡ESTALLA!”

Katy, sé que soy torpe, ¡pero confiaré en tus palabras! ¡Así que obsérvame bien!

“¡LANZA EXPLOSIVA!” Una poderosa explosión salió de la punta de mi lanza en el momento en que conecté con el jabalí. La onda de choque me lanzó rápidamente contra el árbol. dolió un poco, pero no resulté herida. Parece que estos poderes no solo están de adorno.

“¡Eres la usuaria de la Magia Explosiva!” dijo Katy.

¿Magia Explosiva? ¡Suena genial para mí!

Me levanto del suelo, y noto que el jabalí estaba muy carbonizado; es seguro que ya está muerto.

Por un momento, escuché una voz en mi cabeza decir ¡Subiste al nivel 2!

¡Espera! ¿Subí de nivel? ¡¿Así de rápido?!

“¡Eso fue épico! ¡Quiero volver a matar otro jabalí! ¡Me encanta!”

Mientras celebraba, todo el escenario volvió a la normalidad. Incluso mi ropa regresó a ser mi uniforme escolar; sin embargo, me di cuenta demasiado tarde.

“¡ESPERA! ¡TODO ES NORMAL! ¡EL TIEMPO FLUYE DE NUEVO!”

Reviso mi celular, solo para darme cuenta… que me quedaban 5 minutos para llegar a la escuela.

“¡LAS CLASES! ¡VOY A LLEGAR TARDE!”

Salgo corriendo a toda prisa, pero no sin antes recoger mi mochila del suelo… o más bien, mi portafolio. ¡Eso no importa!

Tuve que tomar el ‘segundo metro’ para llegar a la escuela; sin embargo, me quedé afuera del salón.

Lo peor es que esa ajolote simplemente desapareció.