Después de bañarse y limpiarse nuevamente, Roy estaba completamente despierta.
Miró la oscura noche afuera y simplemente tomó una pequeña botella de Poción Mágica casera para animarse.
Roy estudiaba Magia Blanca y economía en la Academia Similan, y el curso de Poción Mágica constantemente obtenía calificaciones perfectas. En casa, cansada de los compromisos sociales y las interminables clases de etiqueta, se escondía en su laboratorio, experimentando con pociones de diversos efectos. Los productos terminados eran colocados en hermosos frascos de vidrio sobre su tocador, luciendo exactamente como perfumes ordinarios.
Este pequeño truco podía engañar a su madre que odiaba la magia.
Pensando en su madre, el cuerpo de Roy se tensó un poco. Seleccionó un vestido largo relativamente conservador del armario, se arregló frente al espejo y bajó las escaleras.