Teodoro no pudo responder a esa pregunta.
Se puso de pie, la silla chirriando estridentemente.
—¿Una bruja inmunda, la desgracia de la familia Derek, qué tipo de juicio espera?
Dejando esas palabras, Teodoro se marchó con rostro frío.
Fuera de la Torre del Sacrificio de Luz, la luz del sol era brillante, con humo gris-negro extendiéndose en dirección sureste. Miró varias veces, y el Arzobispo se acercó, suspirando mientras explicaba:
—Es Rocky. Hirió a muchas personas, pero no pudo entrar.
Los mejores Maestros de Magia de Valtorre estaban reunidos alrededor de la Torre del Sacrificio de Luz. Incluso con el talento excepcional de Rocky, no pudo atravesar la poderosa Restricción Mágica de la Corte de la Iglesia.
Teodoro respondió con un leve:
—Oh.
—¿Lo atraparon?
Mientras hablaba, tiró de su cuello. Por alguna razón, se sentía sin aliento ahora; quizás los botones estaban demasiado apretados.