LIRA
Su dominación se adentra más profundo en mí —una presión invisible y enloquecedora. Llena sin llenar. Mis caderas se sacuden contra ella, desesperadas por una fricción que no está ahí. Solo esta presencia etérea abriéndome mientras me contraigo alrededor de nada más que aire y energía alfa.
—Mierda —jadeo, frotándome con más fuerza. Es enloquecedor —demasiado y no suficiente. Llena y vacía a la vez. Cada embestida de su aura solo me recuerda que no tengo nada sólido dentro de mí.
Mi magia chisporrotea salvajemente bajo mi piel, crepitando a lo largo de terminaciones nerviosas que no se han activado en demasiado tiempo. Estoy completamente encendida con un deseo tan intenso que roza el dolor.
Aarón desliza su verga contra mi entrada, y me sacudo hacia adelante, posicionándome justo bien, lista para tomarlo en una embestida perfecta
Pero el bastardo lo ve venir.
Se retira con una sonrisa arrogante de jódete, esquivándome justo cuando lo alineo.