Capítulo 20 Incriminada

Claire apoyó suavemente a Addison, guiándola paso a paso mientras cojeaba con dolor. Desde fuera, parecía que Claire estaba al borde de las lágrimas —su expresión contorsionada de preocupación, como si ella fuera la herida. Pero Addison sabía la verdad.

Intentó zafarse de Claire, tratando de liberar su brazo, pero Claire la sujetaba con firmeza, su agarre como hierro envuelto en terciopelo. A pesar de los esfuerzos de Addison, no podía liberarse de la mujer que fingía ser su salvadora.

Entonces, con una voz suave goteando falsa simpatía, Claire añadió:

—Vamos abajo para que el doctor de la manada atienda tus heridas. Escuché que estás... sin lobo, ¿verdad? Así que no sanarán por sí solas. Necesitarás tratamiento adecuado incluso para algo tan menor.

Sus palabras, aunque pronunciadas ligeramente, dieron en el blanco.