Capítulo 45 Lo Que Se Perdió

Zion bajó las escaleras con determinación, su expresión dura e indescifrable. Levi lo seguía de cerca, observando en silencio el repentino cambio en el comportamiento de su Alfa. Zion se movía como un hombre en una misión—determinado, concentrado, como si se aferrara a alguna resolución no expresada.

Después de unos momentos, Levi finalmente rompió el silencio.

—Alpha Zion, el Convoy Real ha llegado. Están descansando en sus suites ahora. Si desea hablar con ellos, puedo organizar una reunión.

Zion no disminuyó su paso.

—No es necesario —respondió secamente, su voz plana y desdeñosa, sin dejar espacio para discusión.

—¿Entonces qué hay de la condición de la Señorita Claire? ¿Desea verificar cómo está? ¿O debería informar al Convoy Real sobre la situación en su lugar? —preguntó Levi, su tono tranquilo en la superficie—pero impregnado de un filo agudo y burlón.