Era viernes por la tarde, justo antes de que los estudiantes se fueran a casa para el fin de semana, cuando Ko y su pandilla, Mo y Joe, recibieron el mensaje.
Otra reunión en la jaula.
Odiaban ser convocados, especialmente ahora. El incidente con Sam todavía pesaba en el ambiente. Incluso con las palabras suaves y las garantías de los abogados, ninguno de ellos se sentía realmente seguro. La verdad seguía ahí fuera... y ellos lo sabían.
Cuando llegaron, la configuración era exactamente como antes. Dipter estaba en el medio, tranquilo y sereno, con Jay y Snide flanqueándolo como sombras.
Ko dio un paso adelante, sus nervios se notaban en la tensión de su voz.
—¿Pasó algo? ¿Hay alguna novedad?
Dipter no se movió. Solo se quedó mirando, con un cigarrillo colgando de sus labios, antes de hablar.
—No hay novedades. Solo instrucciones. Una manera de resolver el lío que ustedes tres lograron crear.
Ko tragó saliva con dificultad.