Una Pregunta Delicada

Una ola de risitas recorrió a los miembros de El Pozo en el momento en que escucharon el nombre.

—¡Suficiente! —ladró Lobo, silenciándolos al instante.

—Cualquier nombre, sin importar cómo suene, merece respeto. Puede sonar estúpido hoy, pero mañana, podría ser un nombre que ninguno de ustedes se atrevería a pronunciar en voz alta.

El nombre que Max había elegido era más que solo un título, era un reflejo de lo que estaba atravesando.

Necesitaba aceptar su nueva vida y usar todo en ella para su ventaja.

Lo que más le impactó fue la cantidad de riqueza que tenía a su alcance, y la forma en que pretendía usarla para construir un nuevo imperio.

Esa riqueza había venido de su linaje, así que mezclar las dos ideas juntas se sentía perfecto para este nuevo comienzo.