"""
Los días en la escuela habían estado transcurriendo sin problemas para Max. Sin conflictos a su alrededor, finalmente podía concentrarse en una cosa: construir su nuevo imperio: el Linaje Milmillonario.
Había muchas piezas en movimiento, pero con su experiencia pasada del Tigre Blanco, Max estaba colocando los cimientos, movimientos pequeños pero calculados que eventualmente convertirían al grupo en una organización completamente estructurada. ¿Su visión? Transformar el Linaje Milmillonario en algo que el mundo clandestino reconocería como un Sindicato Elite.
Sentado en su escritorio, Max garabateaba notas en su cuaderno, apenas prestando atención a la lección. No es que el profesor le pidiera participar más.
«Si el Linaje Milmillonario crece lo suficiente para convertirse en un sindicato elite», pensó Max, «tal vez recibamos una invitación esta vez. Y si eso sucede... podría ser finalmente mi oportunidad de conocer al Tigre Blanco cara a cara».