Los recuerdos de Lobo todavía estaban frescos en las mentes de Joe y Jay.
Recordaban su viaje a Ciudad Notting Hill, conociendo a los miembros del Foso por primera vez. Cómo habían sido acorralados, obligados a luchar solo para sobrevivir. Pero lo que más destacaba... era Lobo.
La forma en que luchó contra Dipter y su pandilla fue inolvidable. Salvaje. Implacable. Impredecible.
No había duda, era poderoso. Pero pensar en él como un aliado? Eso era algo completamente distinto. El momento en que lo vieron en la puerta de la escuela, los puso a ambos nerviosos.
¿Alguien lo había contratado para ir tras ellos?
—Espera, ¿por qué tenemos miedo? —dijo Joe de repente, tratando de animarse—. ¡Esta es nuestra escuela, y él está solo!
Dio un paso adelante, pero inmediatamente se dio cuenta de que algo andaba mal.
Todo su cuerpo temblaba de pies a cabeza.