Tensiones Encendidas

La fiesta pulsaba a mi alrededor, pero todo lo que podía sentir era la ardiente mirada de Rhys desde el otro lado de la habitación. Cada pocos segundos, lo sorprendía mirándome, con la mandíbula tensa y los ojos entrecerrados. No era el disgusto al que me había acostumbrado – esto era algo completamente diferente. Algo que hacía que mi piel hormigueara.

—No ha apartado sus ojos de ti en toda la noche —susurró Seraphina, dándome un codazo mientras me entregaba otra bebida.

Di un largo sorbo, necesitando el valor líquido.

—Lo he notado.

—Bien. Deja que mire. Deja que vea exactamente lo que se ha estado perdiendo.

No estaba acostumbrada a ser el centro de atención, especialmente de la atención de Rhys Knight. Pero esta noche, con este vestido, con mi confianza aumentando lentamente, me permití disfrutarlo – solo un poco.