El Llamado de Regreso: Una Revelación Profética

Miré fijamente mi teléfono, con las súplicas desesperadas de mi madre aún resonando en mis oídos. Algo estaba mal —terriblemente mal. En todos los años desde que me había ido, nunca la había escuchado tan asustada. Mis manos temblaban mientras metía ropa en mi maleta, con la mente acelerada.

—Puedo hacer esto —me susurré a mí misma, aunque mi loba gimoteaba dentro de mí—. Puedo enfrentarlo de nuevo.

Cuatro años había pasado construyendo muros alrededor de mi corazón, creando una vida donde Rhys Knight no pudiera lastimarme más. Y ahora, con una llamada telefónica, esos muros se estaban desmoronando.

La puerta de mi dormitorio crujió al abrirse, y salté, esperando a medias ver la imponente figura de Rhys. En cambio, mi compañera de cuarto Kira asomó la cabeza.

—¿De verdad te vas? —preguntó, mirando la maleta abierta en mi cama.

Asentí, incapaz de mirarla a los ojos. —Mi madre me necesita.

—Pero qué hay de... —Dudó—. ¿Qué hay de Orion?