Una Convocatoria Engañosa, Un Pasado Sombrío

Me senté junto a Orion, mi corazón lleno de una confusa mezcla de emociones mientras sus palabras quedaban suspendidas entre nosotros. Su disculpa por mi sufrimiento pasado me conmovió de maneras que no esperaba, haciendo que mis mejillas se calentaran y mi pulso se acelerara.

—No necesitas disculparte por cosas que no fueron tu culpa —dije, encontrándome con su intensa mirada.

Orion se inclinó ligeramente más cerca, su aroma—pino y aire de montaña—envolviéndome. —Puede que no haya causado tu dolor, pero lamento que lo hayas experimentado. Nadie debería sufrir como tú lo has hecho, Elara.

La forma en que dijo mi nombre hizo que se me cortara la respiración. Cuatro años en su manada, trabajando estrechamente con él, y aún podía afectarme de esta manera con solo unas pocas palabras. Jugueteé con el dobladillo de mi vestido, repentinamente consciente de lo cerca que estábamos sentados.