Reporte #3 Del Sujeto: Delta

¿Qué mierda puedo decir? Ahggg. 

Por primera vez en al menos 3 años pude soñar algo, pero no creo que haya sido un buen sueño, estaba de regreso en la dungeon de ayer, estaba desarmado, no tenía forma de defenderme, pero del suelo salió el escuadrón delta, las personas que había asesinado, estaban tratando de arrastrarme al subsuelo, gruñían de forma que me obligaba a cerrar los ojos mientras intentaba zafarme de su agarre. 

Abrí los ojos para verlos, el cómo Marcus estaba mutilado, Dom con su brazo cercenado por mi causa además de tener el pecho abierto y con sus órganos destrozados, Damon partido por la mitad, los agujeros de los disparos sangraban por cada movimiento que hacían, tratando de arrastrarme. 

Me agarre de un rais para que una mano cayera sobre mi cara y unas piernas aplastaran mis dedos con un pisotón. 

Fui arrastrado al inframundo junto con las personas que había asesinado. 

Abrí los ojos de golpe con un sobresalto, tercer día, afortunadamente estaba en la cama donde me había quedado la noche anterior, por suerte cuando duermo boca abajo mi brazo izquierdo lo coloco por encima de mi cabeza, pude acceder a mi inventario, notando que son las 3:58 AM. 

"Hambre, sonido, calor, húmedo, sonido, hambre, comida, húmedo" son mis pensamientos en este momento, pero ¿por qué siento húmedo? 

Trate de moverme para notar que Miko estaba sobre mí, sentía humedad por encima de mi espalda baja. 

Me gustaría comer algo pero primero, debo quitarme a quien sea que tenga encima aunque puedo asumir lo que quiere Yae. 

La hice hacia un lado, el del muro para que no se azotara en el suelo. 

Y tenia razón, era Yae Miko, estaba desnuda, sus pechos seguían moviéndose de forma hinoptica, había poca luz, pero la suficiente para ver por la luz de la luna.

—Ummm—Gimió Miko al sentir que la quite de encima. 

A pesar de que aun podia verse, era complicado, estaba algo oscuro, me acerque a la antorcha del muro dándome para ver si se acabó el combustible que metí en la antorcha o al menos eso creía, aún tenía paja en su interior. 

Caminé por los pasillos hasta salir de la casa y llegar hasta el caldero donde comencé a saciar mi hambre, además de que los rexes al escuchar mis pasos llegaron a mi lado, notándose alegres. 

No les di mucha importancia y comencé a comer con un hambre ferviente, los trozos de carne reducidos a apenas un hueso con marcas de mordidas alrededor de toda la pieza. 

Odres llenos de agua tirados en el suelo completamente vacíos. 

No deje de comer hasta saciarme completamente, fue hasta entonces como comencé a sentir el pasto junto a tierra y pequeñas piedras debajo de mi pie. 

Comencé a reír suavemente hasta que se convirtió en un grito triunfal al reaccionar que ya tenía de regreso mi pie por completo. 

Aún estaba oscuro, pero pude reaccionar a un disparo proveniente de la casa. 

—¡Tranquilas! ¡Soy yo! —Grite mientras volvía a esquivar un disparo, en parte gracias al bullet line, aunque este personaje llegaba a hacerle parry a balas de minigun con una espada en un tiroteo, ¿Seré más rápido de lo que originalmente llegue a pensar? 

Aunque por pensar en eso termine cayendo de cara al resbalarme. 

Entre risas llegué a levantarme mientras notaba que A2 iba a patearme, pero pude esquivar su pierna a pocos milímetros de mi rostro. 

—Tranquila, tengo buenas noticias. 

—Mas vale que sean magnificas porque si no te voy a.... 

—Tengo mi pierna de regreso —La interrumpí mientras cambiaba de atuendo para tener otra vez algo en los pies. 

—¿Como carajo lo hiciste? — Ella me pregunto mientras revisaba el cargador del rifle que tenía en sus manos. 

—Ni yo lo sé, pero regresa hacia dentro, yo ya tengo trabajo que hacer. 

—Son las 4 de la mañana, ni siquiera se puede ver claramente. 

—Lo sé, pero esta no sería la primera vez que paso por algo similar. 

Fui a la caja para sacar varios dados tranquilizantes, además de hacer varios más. 

A2 no se me despegaba, estaba muy cerca mirándome como hacia los preparativos. 

Gruñí un poco en lo que le daba un rifle largo y también varios dardos tranquilizantes. 

—Te enseñare lo que haremos durante los siguientes días. 

Ella agarro el arma descargada. 

—Sé que sabes apuntar y disparar, por lo que podremos saltar esa parte. 

Me gire a los rexes, los cuales estaban viéndonos detenidamente. 

—Descansen, quédense vigilando. 

Ellos asintieron y comenzaron a rodear la casa, cosa que me confundió. 

—No así, pero ya que, solo protejan. 

A2 y yo comenzamos a caminar hasta tener a la vista algunos parasaurios. 

—Muy bien, Fressia, observa esto —Llame su atención mientras sacaba mi rifle y metí el dardo en la recamara del arma —Ahora hazlo tu. 

—Bien —Dijo ella comenzando a imitar los movimientos que hice —¿Ahora qué? 

—Apunta y dispara al mismo que yo. 

Me apoye sobre una rodilla y puse el dedo en el gatillo, podía ver con claridad el nivel de los parasaurio, me fui por el que tenía el nivel más bajo, el bullet circle comenzó a apuntar y centrarse en el objetivo, y cuando estuve seguro de darle, dispare. 

Me marco que hice daño, y poco después un segundo disparo, también pude ver que marco daño. 

Comencé a recargar rápidamente mientras la manada comenzó a alarmarse y el que fue disparado se puso como loco, comenzando a correr en línea recta. 

Pero un tercer disparo, demasiado cercano al de A2 como para que ella lo hubiera disparado, voltee a ver solo para ver a Miko comenzar a recargar. 

—Hubieras hablado —Dije cerrando la recamara del arma y volviendo a disparar. 

—Nos viene siguiendo desde que salimos —Dijo A2 al disparar —Creí que eras menos idiota. 

—No seas tan dura con el —Miko hablo con una voz calmada volviendo a disparar —Es normal que no me haya notado. 

No dije nada, simplemente volví a disparar, y el ultimo disparo que hice fue suficiente para que el parasaurio cayera al suelo dormido. 

Caminando llegue ante el dinosaurio caído, estaba emocionado por decir menos, pero no tenía tiempo de ponerme sentimental, comencé a meter bayas al inventario de la criatura, lo suficiente como para que no se pudrieran y se pudiera domesticar. 

Rápidamente recargue el arma y me levante para ir en busca de más parasaurios. 

—Creí que ibas a buscar de los de cuello largo — Dijo Miko al ver como apuntaba a otro parasaurio. 

—Y estas en lo correcto, pero necesitaremos recolectores de bayas para poder domesticar a esas bestias —Dije volviendo a disparar y a recargar. 

Sé el movimiento de vista, pero ahora que lo estoy haciendo de una forma tan seguida, estoy agarrando práctica, por lo que en menos tiempo pude volver a disparar. 

Abrí la recamara deposite el dardo en el hueco, la cerré y volví a disparar. 

Inicialmente cuando le explique a A2 como usar estas armas lo cargue en 15 segundos, cuando tuve que recargar por primera vez lo hice en 4. 

Ahora cada 2 segundos puedo hacerlo. 

Dispare 8 veces hasta que el segundo parasaurio cayera e hice lo mismo que con el anterior, ponerle bayas suficientes para que se domestique. 

Recargue el arma y me gire solo para ver como Miko y A2 hacían lo mismo que yo, dispararle dardos tranquilizantes a parasaurios. 

—Ustedes dos regresen a la casa y... —No tenía idea de que decirles que hagan, incluso había levantado mi brazo en dirección a la casa, pero no pude decirles algo. 

Con pesades baje mi brazo hacia mi costado, haciendo un sonido hueco. 

—Simplemente vayan, no quiero que nada le pase. 

—Dijiste "le" —Me recalco Miko acercándose —¿Es por ella o por el fruto que lleva en su vientre? —Hizo un movimiento el cual se podría confundir con una pequeña burla por el hecho de que eventualmente el vientre de A2 va a crecer. 

—Ni siquiera sé lo que digo, siento que ni siquiera tengo opciones. 

—No dormiste bien, tienes presión sobre ti —Dijo Yae guardando el rifle y mirándose las uñas —Lo pude sentir, el como una pesadilla te quito el sueño. 

—Así que desde entonces estas despierta, ¿Por qué no dijiste n..... 

—Estas estresado —Miko me interrumpió comenzando a caminar hacia mi moviendo sus caderas en una serie de movimientos sensuales que atrajeron mi atención —Se te escucha en la voz, tu postura, tu respiración e incluso por como caminas 

—SI —Dije en voz alta —¡Yo no pedí que hubieran unos malditos hijos de su puta madre de mierda que salen de casería cada cierto tiempo! —Agache la cabeza —Solo soy un pendejo que no piensa las cosas y hace lo primero que se le ocurre. 

Solté mi rifle con un movimiento que pareciera que lo arrojé, mi respiración estaba agitada, incluso se podía escuchar a cierta distancia. 

Trate de calmarme respirando, sin darme cuenta de que Yae se acercó a mi para agarrar mi cabeza y ponerla sobre su pecho, me comenzó a acariciar el cabello. 

—Tranquilo —Dijo de forma tranquila mientras sacaba sus pechos al aire. 

De forma instintiva comencé a succionar, lo que tuvo un cierto efecto en Miko ya que esta comenzó a gemir, arqueaba su espalda por la sensación, estaba colorada, realmente colorada, aparte que gemia mucho, creo que es la primera vez que deja a alguien hacer esto, pero claramente debe tener algun plan oculto ademas de que puede estar fingiendo. 

A2 se acercó, pude ver su rostro, no sabía si decir que si tiene celos o simplemente no entiende lo que sucede. 

—No seas tan rudo — Miko dijo mordiéndose el labio. 

—Ummmm —A2 hizo un sonido que me parece raro hasta impropio de ella. 

Estire mi mano hacia A2 y ella la tomo. 

Me desprendí de Miko, dejando en paz su pecho y retirando mi mano que la había agarrado de la cadera. 

Me acerqué a A2 lentamente mirándola directamente a los ojos, aunque no pude sostener el contacto porque me siento culpable de muchas cosas y no llego a considerarme como alguien digno por decirlo de un modo. 

Simplemente la abrace, uno de mis brazos la rodeaba mientras mi rostro estaba a la altura de su pecho, era una posición incómoda por decirlo menos, pero, no me importaba eso, solo con tener a A2 a mi lado ya me daba una calma indescriptible. 

Ella noto que me resultaba un tanto incomodo, por lo que ella con calma me aparto ligeramente mientras aun sostenía mi mano. 

—Tranquilo, no me iré —Dijo mientras se recostaba en el piso haciendo que me recostara en sus muslos. 

Al recostarme me sentí más tranquilo, incluso mi respiración y movimientos se hicieron más suaves. 

Ella soltó mi mano y comenzó a acariciar mi cabello, era un toque suave, realmente suave, di un profundo suspiro 

—No tienes ni idea de lo mucho que me ayuda esto —Dije mientras cerraba los ojos. 

No podía dormir, aunque definitivamente podría hacerlo. 

Miko nos observaba durante todo el proceso, no puedo decir que mirada tenía con exactitud, pero definitivamente estaba planeando algo, o posiblemente solo estaba celosa. 

Inhalaba y exhalaba a un ritmo constante, no quiero hacer nada, solo estar abrazándola, quiero quedarme así para siempre. 

—Te quiero mucho, más de lo que las palabras pueden describir — Dije acomodándome en los muslos de A2 además de poner una mano sobre su pierna —No me cansare de decírtelo. 

—Solo cállate y relájate —Me dijo acariciando mi pelo, luego me retiro el pelo del oído y me susurro —Te amo. 

Sonreí ante ese susurro y me sentí bien, realmente bien. 

—Si que eres importante para el —Dijo Miko sonando un tanto ¿Celosa? Lo más probable es que solo lo diga para fastidiarnos a ambos. 

Asentí con la cabeza y A2 se movió ligeramente, solo por ese gesto entendió que no vale la pena recalcar algo que era demasiado obvio: A2 es la persona más importante para mí. 

Ambos ignoramos a Miko. 

—Iré de regreso entonces, los dejare solos —Dijo comenzando a caminar. 

Pasaron unos minutos, o quizás segundos, estoy acostumbrado a no disponer de mucho tiempo. 

—Lo siento — Dije. 

—¿Por qué? —Respondió A2 con un tono de burla —¿Por haberte casi acostado con esa zorra? 

No respondí a eso. 

—Tranquilo, desde antier vi que tienes buena resistencia, me sorprende que no hayas hecho nada con ella en la noche. 

—Ehh.... 

—Ayer me dejaste adolorida de las piernas, me voy a acostumbrar, pero si me llego a sentir rara cuando te veo con alguien más, no sé por qué. 

—Eso se llaman celos —Dije acariciando su muslo —Es normal que llegues a sentir eso —Deje salir un suspiro —No dejaría que alguien más te toque, quiero que solo seas mía. 

Ella se rio un poco mientras me acariciaba el pelo y me daba pequeños golpes en el hombro. 

—Sé que suena algo hipócrita. 

Ella seguía acariciando mi cabello con calma. 

— Bueno, tienes un harem, entonces es algo hipócrita viniendo de ti. Pero... yo también quiero que solo tú me toques —Su mano dejo de acariciar mi pelo y comenzó a acariciar mi mejilla —Aunque no sé cómo funcione ahora, tomando en cuenta que estoy embarazada. 

Me quede pensando un poco, analizando mis opciones realmente revisando todas las que tengo. 

Me limite a dar un suspiro. 

—Me hiciste falta en la noche —Dijo ella —Miko entro en tu habitación y me pase un buen rato escuchando lo que hacía. 

—Cuando me desperté ella estaba sobre mi —Le respondí moviéndome para ver su rostro, pero sus pechos, me obstruían un poco al momento de ver su rostro. 

—Sé que no lo hiciste con ella —Me acaricio la mejilla —Ella intento despertarte, pero no pudo y al final no escuche nada. 

Me levante y voltee a mirarla. 

—Perdón por hacerte pasar por eso —Le di un beso. 

Ella comenzó a mover sus labios a la par de los míos, además de que a los pocos segundos comenzamos a meter nuestras lenguas en el beso. 

En un poco de tiempo rompimos el beso y nos reímos un poco. 

—Supongo que soy algo dependiente de ti —Dije mientras le agarraba su mejilla. 

—No....no digas eso —Dijo evitando la mirada —Yo aun no entiendo muchas cosas. 

Dejé escapar algo de aire y me senté a su lado y la rodie con un brazo. 

—Tranquila, sé que debes tener muchas dudas, pero ya te dije una cosa que espero que nunca lo dudes. 

—¿De qué me amas? 

—Si, te amo, más de lo que las palabras pueden explicar. 

Ella agacho la mirada y se llevó una mano a su vientre. 

—No lo entiendo, dices que me amas, pero, nunca estuve contigo. 

—Digamos que muchas cosas influyeron en mi vida lo suficiente como para que tu seas la persona más importante de mi vida —Dije para después besarle la frente —Familia disfuncional, realmente disfuncional, decepciones, algunas tragedias y otras cosas de las cuales no te tienes que preocupar. 

Ella me abrazo, creo saber algo del porque lo hizo. 

—Mis recuerdos, en su mayoría son felices, una granja en la que vivía con mi abuela—Comento —Mis padres murieron cuando era muy pequeña. 

—Lo siento —Dije abrazándola, hasta ahora entiendo esa parte. 

—Tranquilo, solo son recuerdos simulados, realmente olvide la gran parte de esas cosas al ser puesta en línea. 

No sabía que decir o que hacer, simplemente me quede abrazándola por un rato. 

Paso un poco de tiempo hasta que Miko regreso. 

—Ya está el desayuno —Dijo con una voz calmada —¿Acaso interrumpo algo? 

Ambos la volteamos a ver. 

—No —A2 contesto para después darme un beso y levantarse. 

Sacudí ligeramente mi cabeza con incredulidad, pero después me levanté. 

Busqué mi rifle estando a unos pasos de mí, lo metí en el inventario y me giré a ver a A2 

Tome de la mano a A2 y comenzamos a caminar. 

Se sentía raro, no sé cómo decirlo con claridad, simplemente me daba una tranquilidad, pero también, no me siento totalmente digno de esto. 

Independientemente de mis pensamientos, fue una caminata algo corta, pero al llegar pude notar un rostro nuevo que, si bien me resultaba familiar, no lo había topado hasta ahora, estaba sentado en la mesa que tenemos en el exterior, se notaba algo preocupado. 

Un joven delgado de pelo castaño y el pelo algo largo, estudiante aparentemente por su uniforme. 

Al verme me noto y se levantó algo nervioso, Miko se acercó a mí y se me pego al oído, acción que sería notado por el joven estudiante. 

—Kaede lo inutilizo, según ella lo iba a matar de no ser que Shenhe la detuvo —Me dijo al oído —No se ve que sea una amenaza, aunque hay algo raro en su brazo izquierdo, no es el implante. 

—Ya vere que hacer con el —Le contesté moviendo mi hombro para que se hiciera a un lado, pude notar que a A2 le incomoda que este cerca de Miko. 

A simple vista puedo notar su nombre, aunque prefiero ser formal con él. 

—Buenos días —Dije sentándome en una silla enfrente de el —Puedes sentarte. 

—S-si —Dijo nervioso, aunque no podía dejar de ver a las demás. 

—Soy "Delta" —Sigo sin acostumbrarme aparte suena estúpido cuando lo menciono así — ¿Quién eres? 

Mi ceño estaba fruncido, aparte que mi ropa no inspiraba la mejor de las confianzas. 

—Me llamo Issei —Dijo más tranquilo —Issei Hyodo. 

Me esforcé por mirar de que punto de su historia es, quizás sea del inicio, no se ve tan confiado o siquiera con algo especial. 

—¿Recuerdas algo de antes de llegar? —Pregunte. 

—¿Eh? —Se noto confundido, pensó un poco y al final decidió hablar —Estaba en un puente camino a mi casa después de clases, una chica se me declaro —Frunció el ceño mientras hablaba como que, si tuviera repulsión, está mintiendo. 

— Comprendo —Dije, así que es de ese punto —¿Viste algo raro al venir aquí y como encontraste este lugar? 

—A-aparecí en una playa, había dinosaurios muertos en la arena, me acerqué a uno de ellos y fue entonces que note esto —Apunto a su muñeca izquierda, su implante —He jugado videojuegos antes, pero esto —Hizo una pausa —No puede ser real. 

Espero que no llegue a pensar que él es el protagonista de una historia isekai...aunque, yo también puedo serlo. 

Agite mi cabeza para quitarme la idea, sin embargo, aun resuena en mi cabeza. 

—Escuche el sonido de disparos a la distancia y así llegue aquí —Termino de hablar. 

Es obvio que omitió detalles, el ruido de las armas no se llega a escuchar a más de 3 kilómetros, y estamos como a 20 de la playa. 

Puse una mano en mi barbilla mientras pensaba en las opciones, aunque llegue a notar que la barba me crece al mismo ritmo que en mi vida pasada, 3 días y ya necesito afeitarme, que maravilla, al menos crece uniformemente. 

—¿Viste algo raro al venir hacia aquí? 

—N-no aparte de los dinosaurios. 

Sus manos están manchadas de sangre, es difícil de notar, sus manos están ocultas debajo de la mesa, aparte, tiene mordidas en su ropa, puedo creer que son de dilofosaurios o raptores incluso. 

No deja de mirar a las demás, A2 se acercó a mí y dejo un plato de comida enfrente de mí, me enoje al notar como Issei miraba a A2, en especial a sus pechos. 

Lo mire pesadamente, él se dio cuenta de eso, desvió la mirada para mirarme directamente a los ojos, aunque es eso a grandes rasgos, es algo obvio que está ocultando un par de cosas....mierda, se me olvido lootear a los que matamos en la playa. 

—¿Encontraste algo útil entre los cadáveres? —pregunté, directo.

—Sí —respondió, ahora con un tono alarmantemente más confiado.

Sacó una ballesta ya cargada y me disparó. No tuve tiempo de reaccionar, solo pude abrir los ojos al ver la flecha venir. Traté de atraparla por reflejo, pero me atravesó la muñeca.

Kaede se alarmó y quiso abalanzarse sobre él, pero la detuve con la mano aún buena. Le hizo una señal a las demás para que no interfirieran.

—¿Puedo saber por qué haces esto? —pregunté con el ceño fruncido, sacándome la flecha.

—¿No es obvio? —rió—¡Soy el protagonista de esta historia!Reencarné como demonio, aparecí aquí y encontré mujeres sexys. ¡Es mi destino!

Mi ojo derecho tuvo un tic. Mi vista tembló. Era una flecha tranquilizante. Y el muy hijo de puta había preparado varias de antemano.

Activó su Sacred Gear. Nivel básico, pero sigue siendo un peligro.

—¡Boost! —resonó la gema verde en su muñeca.

—¡Me convertiré en el rey del harem! —gritó disparando otra flecha. Esta vez me atravesó el hombro.

—¿Y qué te hace pensar que ellas te seguirán? —pregunté, arrancándome la flecha, mi voz ahora más pesada.

—Sé que lo harán. Quizá me odien al principio, pero luego verán que puedo protegerlas —miró a A2, notando su vientre—¿Embarazada? No importa. Lo criaré como si fuera mío.Se rió a carcajadas—Tú ni siquiera puedes protegerte a ti mismo.

Mi sangre hirvió. Me lancé sobre él con toda la fuerza de mis piernas.

Lo derribé, salí rodando por la inercia, me levanté rápido y le conecté un puñetazo en el rostro.

—Débil —gruñí, agarré una silla y la rompí sobre su cabeza—. Patético.

Lo pateé y lo tiré al suelo. Le puse un pie en el pecho y le apunté al rostro con mi pistola.

—Puede que estés extasiado ahora —dije, respirando fuerte—. Y aunque me caías bien, no eres el protagonista de nada. No vuelvas a acercarte a mi mujer, a mi hijo o a cualquiera de los míos. ¿Entendido?

Me aparté y le señalé el camino al bosque.

—Vete.

Me miró con odio y resignación. Comenzó a alejarse.Disparé una bala curativa. Me senté. Cerré los ojos. Quizá un minuto. Quizá menos.

"¡Explosion!"Abrí los ojos. A 50 metros, Issei corría hacia nosotros con el Boosted Gear liberado.

—¿Así que lo libero? —dije, incrédulo.

Ya estaba junto a A2. Con horror, lo vi tocarle el pecho.

—Ahora eres mía —dijo mientras metía su mano por su camisa.

—¡SUÉLTAME! —gritó A2, y le dio un golpe brutal en la entrepierna. Se liberó.

Llegué en un segundo, la abracé y la alejé.

—¡Boost! —otro aumento de poder.

—Mierda —murmuré, alejándonos aún más.

—¿Lo conoces? —preguntó A2.

—Boosted Gear —asentí—. Aumenta su poder cada 10 segundos.

—Entre más rápido lo mates, mejor —dijo Miko.

—¿Lo sabías? —la miró A2, furiosa—. Maldita zorra...

—¡Dejen eso para después! —dije, viendo cómo Issei se reincorporaba—. Kaede, si hace falta, despédazalo.

Ella no dijo nada, pero sabía que entendía.

—¡TÚ! —rugió Issei—. ¡LAS CONTROLAS! ¡LIBÉRALAS!

—¿Ahora con eso sales? Estás loco.

Disparé hasta vaciar el cargador. Corrí hacia él. Se cubría con el Boosted Gear.Recargué, guardé la pistola y usé la UFG. Disparé al brazo, el látigo de energía lo atrapó. Jalé, rompí su equilibrio. Segundo disparo: directo al rostro.

Le metí un izquierdazo en el ojo, lo tiré al suelo.Trató de golpearme, me cubrí con la parte plana de la espada. El impacto me lanzó varios metros.

Caí de espaldas, rodé, escupí tierra. Me arrodillé.

Corrí hacia él de nuevo. Le conecté otro izquierdazo, pero me sujetó del brazo y me dio un uppercut brutal.Sentí mis dientes rechinar. Me agarró de la cabeza y me estrelló contra el suelo.

Aturdido. Borroso. Respiraba con dificultad.

—Te lo dije —dijo mientras se acercaba—. Eres débil.

Me pateó el estómago, me robó el aire.

—Puedes irte y vivir... o ver cómo las hago mías.

—Y una mierda lo harás —me levanté, le tomé de la camisa, lo golpeé con toda mi fuerza.

Le tomé la cabeza y se la azoté una, dos, tres veces contra el suelo. La cuarta, lo alcé como si fuera de trapo y lo lancé por el aire. Cayó de espaldas, rodando por la tierra, escupiendo sangre y dientes.

Se puso de pie.

—¡BOOST!

El guante brilló. Una ráfaga de energía lo envolvió.

Vino hacia mí. Golpe directo al pecho. Salí disparado diez metros. Me estrellé contra la pared de la casa, el aire se me fue, pero seguí consciente.

Me levanté lentamente. Mi respiración era un rugido contenido.

—Tú... —le escupí sangre—Te lo dije.

Activé la UFG. Disparo directo al rostro. Lo jalé con tal fuerza que su cuerpo giró en el aire como una peonza. Lo recibí con una patada en el mentón que le fracturó la mandíbula.

Antes de que cayera, lo sujeté del tobillo y lo azoté como un saco contra el suelo. Una vez. Dos veces. Tres. El suelo tembló con cada impacto.

Se retorció, gritando.

Le aplasté la mano izquierda con el talón de mi bota. Se escuchó un crack seco.

—¡AAAAHGH! ¡MI MANO! —chilló como un cerdo en matadero.

Lo levanté por el cuello, mis dedos enterrados en su carne. Lo miré directo a los ojos. Tenía miedo. Verdadero. Tardío.

—¿Mi mujer? —le murmuré, con voz grave—. ¿Mi hijo?

Le apreté más fuerte.

—¡Explosion!

Una explosión de energía me empujó hacia atrás. Me golpeó con una ráfaga de proyectiles mágicos. Uno atravesó mi abdomen. Otro me voló parte del hombro.

Caí arrodillado. Tosí sangre.

Se acercó, jadeando, temblando de adrenalina.

—¡Ja! ¡Te tengo! ¡Voy a...!

No lo dejé terminar.

Me puse de pie. Firme. Imparable.

—No has entendido nada —dije, con voz de trueno—. Tú no estás en un isekai.

Me lancé sobre él con una velocidad que no pudo procesar. Le disloqué el brazo con un simple giro. Le metí un rodillazo en el pecho que colapsó sus pulmones.

Cayó al suelo, jadeando, intentando respirar.

Le rompí la pierna de un pisotón.

—Esto no es un anime —gruñí, levantándolo del suelo con una mano.

Le metí el pulgar en la cuenca del ojo. El chasquido fue repugnante. Él gritaba. Yo no paraba.

—Pero por ti, te hare sentir en Berserk.

Lo patee nuevamente, puse mi pie sobre su pecho aplicando presión, podía escuchar como sus costillas peleaban para no romperse.

Saque una escopeta y le dispare en el brazo derecho, quitándole la muñeca y despedazando su antebrazo y codo.

—Dulces sueños.

A2 se acerco junto con Miko.

—Hazlo—Dijo ella aun sentida por lo que el le hizo.

Dispare todo el cargador a su rostro.

—No hacía falta hacer eso —Dijo Miko —Con solo la cuarta vez era suficiente. 

—¡Tu mejor cállate, maldita zorra de mierda! 

Definitivamente no le cae bien. 

Revise su inventario, tenía varias cosas, la mayoría legítimamente mías. 

Agarre solo 9 cosas, piezas demoniacas de peón mutadas y algo especial. 

—Sacred Gear —Dije, aunque esta no se manifestó. 

Suspire, tratando de recordar los primeros capítulos de ese anime, aunque era complicado, hace más de 4 años para ser exactos. 

Finalmente, tras observar a A2 y a Miko discutir por unos segundos recordé el cómo se llegaba a desbloquear, imaginar lo más poderoso que puedas. 

Y eso hice, me concentré y comencé a pensar en lo más fuerte, aunque, no sé que elegir. 

—Sacred Gear —Dije nuevamente logrando materializar el guantelete, aunque estaba en su primera forma. 

Ambas dejaron de pelear y me observaron. 

—Al menos nos dejó algo útil —Comente guardando mi nueva adquisición mentalmente. 

Los rexes llegaron para devorar el cadáver, aunque su ayuda hubiera sido útil, no creo que hayan hecho algo realmente destacable, aparte, aun son jóvenes. 

Deje salir un largo suspiro mientras me sentaba en la mesa, no quiero hacer nada ahora mismo, absolutamente nada, quiero seguir durmiendo, descansar, tomar algo dulce, algo frio. 

Escuche pasos queriendo acercarse a mí, pero alguien la detuvo. 

—Déjalo descansar —Escuche decir a Miko —No hay que molestarlo. 

Puse mis brazos sobre la mesa y mi cabeza sobre mis brazos, cerré los ojos un poco. 

Escuchaba pasos, platica, incluso el sonido del fuego al consumir madera, pero no le preste atención, me quede dormido por un rato. 

Sentí el sol en mi rostro, con eso pude despertar después de un rato. 

Estire mis brazos y deje salir un bostezo. 

Cheque y eran las 9 AM, dormí poco más de 3 horas. 

Al intentar voltear a ver a todos lados note a A2 con los parasaurios de antes, los estaba indicando donde podrían quedarse, Miko estaba preparando la comida junto a Shenhe, Kaede por su parte estaba quieta, realmente no hacía nada. 

Me quedé mirando hacia la arboleda algo cercana por unos cuantos segundos hasta que decidí levantarme. 

—Debes almorzar —A2 me puso su mano sobre el hombro —No has comido nada. 

—No tengo hambre, gracias. 

Estaba de mal humor, en parte por el sueño, en parte. 

Note que ella me miro raro, por lo que le puse una mano sobre su cabello. 

—Tranquila, no estoy molesto contigo, sino conmigo, no pude protegerte adecuadamente. 

Ella no supo que responder. 

—Tengo cosas que hacer —Le di un beso rápido —Descasa un poco. 

Con el rifle largo en mano comencé a perseguir a un parasuario tras otro. 

Caían como piezas de domino, uno después de otro, no presentaban un riesgo, aunque también llegue a matar a algunos dilofosaurios que se llegaban a interponer en el camino. 

Horas pasaron en un instante, un camino de casquillos gastados, cadáveres de distintos dinosaurios y de algunos insectos marcaban por donde había pasado, aunque también algunos parasaurios inconscientes estaban en el camino. 

Eran por eso de las 4 PM, aun no sentía hambre, aunque solo estaba tirado bajo la sombra de un árbol, sin prestarle atención a mi entorno, no me movía ni hacia ni un sonido, solamente estaba ahí existiendo. 

Estaría mintiendo si digo que tengo algo en la cabeza, mi mente estaba en blanco, mi cuerpo si bien aún tiene energía, no tengo una voluntad por hacer las cosas. 

Tras pasar unos minutos tirado me levante y comencé a recoger todo lo que podía, podría usar los casquillos para conseguir lingotes de metal y así no desperdiciar tanto material. 

Con lo que es carne, piel y quitina, los puse en el inventario de GGO. 

Estaba cabizbajo, junte un poco de bayas para ponerlos en los parasaurios noqueados, aunque guarde algunas para mí. 

Conseguí semillas de limón mientras juntaba las bayas, al igual que semillas de las bayas, de papas y zanahorias. 

Mientras caminaba un dilofosaurio se colocó delante de mí, su intención era clara. 

—Ven, pelea —Lo provoque al llamarlo como si fuera un perro. 

El dinosaurio rugió, o al menos trato de hacerlo de forma intimidante. 

—Sacred Gear —Dije materializando el guantelete en mi brazo izquierdo —Ja, suena muy estúpido en voz alta. 

Puse la guardia en alto, con el brazo izquierdo por delante. 

Ambos estábamos siendo cautelosos del movimiento del otro, este es inteligente, más que el dinosaurio promedio. 

 

No paso mucho tiempo para que llegara a mi casa, A2 me fue a recibir. 

—Te vez como el carajo —Dijo ella. 

—Me excedí un poco, pero conseguí comida como para que no nos preocupemos por al menos una semana. 

—Le dije a Kaede que te vigilara, sé lo que hiciste. 

Sonreí y le di un pequeño golpecito en la cabeza. 

—No hare locuras. 

—Dijiste eso ayer y regresaste con dos mujeres y sin pierna. 

—Jah —No pude evitar reírme por eso —Al menos si conseguimos a más personas podremos defendernos mejor. 

Y de paso ya no tendré que trabajar tanto. 

—Solo pareces tener suerte con mujeres, con los hombres, terminas matándolos. 

—Seh, lo malo —Dije, aunque en mi tono había un poco de sarcasmo —No soy mucho de estar compartir mis cosas —La mire notando la mirada acusatoria en sus ojos—Sin ofender. 

—¿Quién es él? —Comenzó a acariciar al dilofosaurio —Balrog, ¿eh? 

—Peleé con él, es inteligente —Hice una pausa —No le entiendo mucho, pero creo que quiere una revancha en el futuro, pero hasta entonces, estará de nuestro lado. 

El dilofosaurio dejo salir un rugido y movió la cabeza de arriba a abajo, parece que si le entendí después de todo. 

—¿Y por qué el nombre de Balrog? 

—Digamos que es complicado. 

—Lo que tu digas. 

Mi ropa estaba rasgada por las mordidas, tenía marcas en el rostro por arañazos que poco a poco se iban desvaneciendo. 

—Te diría que te pongas algo más apropiado —Dijo ella algo fastidiada —Tenemos otra visita, pero es una mujer esta vez. 

—Tienes razón —Deje salir un largo suspiro —¿Sabes el nombre de esa mujer? 

—Dijo algo como "Hefesteta" o algo así. 

—¿"Hefesto"? —No creo que sea mujer, aunque si es ese dios nos podría aligerar la carga un poco. 

—Algo así, tiene el pelo rojo, un parche en la cara y usa una camisa blanca —A2 comento con un tono extrañado —¿La conoces? 

—No lo creo, solo que en los mitos hay un dios herrero llamado "Hefesto", el dios de la forja, solo que era un tipo deforme —Al pensarlo una sensación de cosa, no es asco, pero tampoco algo agradable, simplemente cosa. 

Ella frunció el ceño al verme actuar un poco raro, honestamente, no la culpo, no creo que haya visto alguna persona con algún tipo de malformación o cicatrices muy notables. 

Comencé a caminar con la cabeza algo baja, estaba jugando con unas piedras pequeñas que me encontré por el camino y pensando en qué tipo de atuendo usar. 

He usado por mucho tiempo el de asalto, tengo el de caballero de la integridad, pero está roto del pantalón y falta un zapato, además de que la armadura como tal, quedo hecha trizas. 

Me lleve una mano a la barbilla mientras seguía jugando con las piedras, ya no importaba, así debe ser, al menos eso digo para no ponerme nervioso, así sea un personaje con el mismo nombre o lo que sea. 

Llego hasta la base notando que efectivamente, se trataba de Hefestos, la diosa de danmachi, doy un suspiro al ver que no tendré que lidiar con mis gestos al interactuar con una persona con dichas características. No es como si tuviera algo en contra, simplemente me da cosa. 

Hago un gesto para que el dilofosaurio se comporte y tomo asiento enfrente de ella. 

—Perdón por estar en este tipo de — Hice una pausa para poner atención más a detalle a las marcas de mordidas que tiene el abrigo — atuendo —Comenté con un tono más neutral — Diosa Hefestos —Dije mientras la miraba al rostro. 

Comento lo del atuendo más que nada para que ella como diosa que es, no se lleve una mala idea mía dadas las situaciones. 

Ella se sorprendió al escuchar que la llame "diosa", pero rápidamente recupero la compostura y hablo calmadamente. 

 —No hay necesidad de disculparse por tu atuendo, joven —Hizo una pausa, pero pregunto con un tono más severo —¿Como sabes quién soy? 

Me llevo la mano al rostro y dejo salir un quejido ahogado, abrí la boca de más nuevamente, debo aprender a quedarme callado. 

—Tenía pocas opciones, y decidí irme por la opción más segura —Dije con la mano aun en mi rostro, conservando el tono calmado. 

—Interesante —Dijo con un tono calculador —¿Y cuál es la opción más segura? 

Baje la mano de mi rostro y la mire. 

—A2 me dijo que te llamas "Hefesto", y hay una divinidad con dicho nombre, además encajas con la descripción de esa diosa —Voy a omitir de momento que ella es una versión femenina de un dios deforme. 

Ella asentía lentamente con la cabeza, no la noto tan convencida, pero al menos es algo —Entiendo —Dijo ella dejando de asentir —Así que A2 te hablo sobre mí, ¿Y quién eres? 

Deje salir un suspiro un tanto fastidiado, quiero usar mi nombre real, pero, es tan ridículo que quita las ganas de usarlo y aun con eso, le tengo un apego. 

—Soy..... —No supe que responder inmediatamente al menos por unos 3 largos segundos de silencio incomodo —..Delta. 

—Delta —Repite —¿Puedo preguntar algo, Delta? —Hace una ligera pausa, pero no espero a que dé una respuesta —¿Que te ha pasado exactamente? ¿Y por qué pareces tan mal herido? 

Sabía que eventualmente iba a preguntar sobre esto. 

—Tuve una pelea en la mañana y después salí a domesticar más de esos animales —Señalé a los parasaurios — o someter, como tú quieras decirle, pero en el camino hay más criaturas y no todas son tan amables. 

 Asiente ligeramente —Entiendo, parece que has visto bastante acción últimamente, pero esa criatura que te sigue —Su mirada se enfocó en Balrog. 

—No es un monstruo como los del dungeon —Dije acariciando la cabeza de Balrog —Y este me provoco unas cuantas rasgaduras en la ropa, pero ahora es aliado. 

Ella frunció el ceño, pero creo que pudo notar que no tenemos a los dinos como simples animales de granja. 

—Esto, no es para un tipo de guerra, ¿Verdad? 

—Si —Respondí sin dudar —O bueno, más o menos. 

Me recargue en la silla y cruce los brazos cerrando los ojos por un momento. 

—Creí que Miko te había comentado de eso, aunque tampoco es como si ella me lo hubiera dicho en el minuto 1. 

La mire con un solo ojo dejando salir un suspiro y me acomode de una mejor forma. 

—Bueno, en si nos estamos preparando para poder domesticar animales de gran tamaño, pero para transportar piedra para hacer muros alrededor y defendernos. 

—Entiendo, así que se están preparando para defenderse, pero ¿Defenderse de qué o quién? 

—No estamos solos en esta isla —Comente, pero me cuesta hablar más de 5 palabras seguidas en unas ocasiones —Bueno, en resumen, en unas cuantas semanas nos pueden venir a atacar o incluso esclavizar —Iba a decir otra palabra, pero se quedó en un sonido ahogado que se iba desvaneciendo progresivamente. 

—Un asunto complicado —Menciona con seriedad —Pero es un acto de defensa. 

Suspiro y me rasco un poco el brazo, sé que debo hacer algo, si bien tengo una suerte de escudos de energía, pero no sirven contra golpes o disparos normales, necesito un mejor blindaje corporal. 

—Sé que eres una diosa y tal, pero, necesitare que rompas el trato que hicieron los dioses para estar en el mundo mortal. 

Mis piernas estaban algo inquietas, es complicado justo conocer a una diosa y luego, luego pedirle algo, tengo o muchas agallas o de plano soy un idiota que no mide cuando puede pasarse de la raya. 

—No sé si tan siquiera puedes regresar al reino celestial. 

En realidad, sospecho que no podrá regresar, no estamos en su mundo en primer lugar. 

Ella me miro con cautela, pensando en lo que le dije. 

—Es una petición bastante ambiciosa la que haces, Delta —Hace una pausa y se apoya de la mesa —¿Puedes explicarme, si no es molestia, el por qué necesitas que rompa ese trato? 

Pensé por un momento el cómo explicar lo del escudo, pero ante ella, creo que parecería que estoy agarrando valor, creo que debería mencionar los disparos como "magia" 

—Tengo un "encantamiento" que repele algunas magias, pero golpes, mordidas y magia del tipo físico, no puede repeler —Hago una pausa —Y si la invasión es con una gran cantidad de enemigos, no poder sobrevivir y proteger a mi familia. 

Sé que es un tanto hipócrita mencionar a mi familia cuando.....ni siquiera me he planteado que paso con ellos, si estuvieron bien o algo si pasamos por alguna crisis. 

—Entiendo, pero —Hace una pausa —¿Que tiene que ver eso con romper el trato que hicimos los dioses? 

—Los dioses no pueden usar sus poderes divinos en su totalidad, y tú, como la diosa de la herrería, me imagino que son mucho más fuertes las armas y armaduras que hiciste en el cielo que en Orario, ¿O acaso me equivoco? 

Ella asiente lentamente con la cabeza. 

—No te equivocas, hicimos el trato de no usar nuestro poder divino para vivir con ustedes los mortales. 

Asentí con la cabeza, diciéndole que continúe que continuara o que comprendo. 

—Pero incluso con esa restricción mis habilidades no se ven perjudicadas en la forja. ¿Es ese el motivo por el que necesitas que rompa el trato? 

Pensé por un momento en las palabras adecuadas para decir. 

—Somos un grupo raro —Dije —No hay economía, no hay sentido en el honor, simplemente buscamos sobrevivir, y si quiero que al menos ellas sobrevivan, necesitare de lo mejor que Hefestos pueda darme. 

Es un poco rastrero que apele al ego para conseguir lo que quiero, pero si algo he aprendido lidiando con los incompetentes de los compañeros de equipo que he tenido, es a manipularlos por medio del ego. 

—Entiendo tus intenciones y tus prioridades —Su tono si bien es calmado, delata un poco de compasión —Pero.....¿Que planeas hacer exactamente con mis creaciones? 

Me quede un poco pensativo, una respuesta rápida podría delatar que realmente estoy desesperado, aunque siento que ella ya lo está intuyendo. 

—Te mentiría si te dijera que las usaría para preservar toda la vida, pero siempre para haber paz, debe haber guerra y no estoy dispuesto a perder a nadie importante para mí, por lo que las usaría para proteger. 

Realmente ese es el uso inmediato, definitivamente las terminaría usando para matar, aunque, ese es el propósito de cualquier arma independientemente de cuál sea la intención con la que se hizo. 

—Entiendo tu punto de vista, pero...romper ese trato no es algo que se deba tomar a la ligera, ¿Estas listo para las posibles e impredecibles resultados que traerá esto? 

—Si eso significa que puedo proteger el futuro de ella, que así sea —Si bien respondí rápido, llego a pensar que no habrá problemas, es poco probable que nos topemos con algún otro dios de ese anime. 

Ella se quedó pensativa por un segundo, pero después asintió. 

—Muy bien, si eso es lo que quieres, lo hare. 

Sonreí al escuchar esas palabras, creo que sería la primera vez que lo hago en su presencia. 

Le extendí la mano para cerrar el trato. 

—Dile a Miko si necesitas algo y puedes usar la forja y la mesa de herrería que está ahí adentro —Apunte con la mirada a la "caja de zapatos". 

Ella me apretó la mano cerrando el acuerdo. 

—Gracias —Dijo ella. 

Separe mi mano de la de ella. 

—Tenemos que hablar más tarde. 

Tenemos 5 habitaciones, sin embargo, ahora somos 6. 

Definitivamente debo pensar sobre eso, pero de momento, debo ir por los parasaurios que dormí en el medio día. 

Irónicamente, es mas de las 5 PM, y aun no tengo nada de hambre. 

Usando la interfaz del implante pude localizar a los dinos, notando que solo a tres les faltaba un poco de tiempo para domesticarse por completo, los demás ya están despiertos. 

Camine por un rato, pero, no tenía nada en mi mente, no podía concentrarme. 

Puse mi mano en mi rostro, pero algo me incomodaba, y creo haber descubierto el que, necesito un baño, y con algo de urgencia. 

Jugué un poco con mis manos, y realmente estaban sudadas. 

—Ahhhhgggg —Deje salir un quejido un tanto impotente —Creo que debí pedirle a Miko que me dijera donde hay un lago cerca. 

—Pudiste pedirlo y te lo diría. 

—¡Hija de toda tu puta madre! —Mire a Miko que estaba cerca —No me hagas eso. 

Aprete el puente de mi nariz mientras dejaba un suspiro por el susto. 

—Entonces, ¿Que está más cerca, el mar o un lago? 

—Hay un lago a unos 20 minutos caminando desde la casa, pero es algo profundo, no lo recomiendo para quien no sepa nadar. 

—Que tierna, te preocupas por mí —Dije con un tono distinto, luego miré hacia enfrente —Llévame ahí. 

No escuche respuesta de ella, solo sentí como algo se me subió al hombro, era fácil averiguar que era, o más bien, quien era. 

—Floja —No hice ningún movimiento por quitarla de encima. 

Miko en su forma de zorro me señalo en una dirección con una de sus patas, pero también me olio el cuello, me puso los pelos de punta por lo extraño de la sensación, pero ella se puso la otra pata en la nariz. 

—Sé que huelo feo, pero no es para tanto. 

Seguí la dirección que señalo con su pata y al cabo de unos 8 minutos caminando llegue. 

No fue un camino con muchas preocupaciones, ambos íbamos en silencio, después de todo, no es como si ella fuera a hablar en esa forma y no soy del tipo que habla hasta por los codos. 

Era un lago con un agua cristalina, el lago desembocaba en un rio, simplemente una vista maravillosa. 

Baje a Miko de mi hombro tal como lo solía hacer con mi gato hace un par de años, aunque note que su pelaje de la pierna derecha estaba con un poco de sangre seca. 

—Nunca me dijiste que te hirieron —Le dije con un tono serio —Torpe —Le besé la frente y la puse en el suelo. 

Me dirigí al lago, enfoque mi vista, incluso saqué una ametralladora y vacié el cargador por toda el área, afortunadamente no hay un ser vivo que este en ese sitio, cosa que se me hace rara, pero no se marcó que hice daño. 

Tengo malas experiencias con los cocodrilos. 

No quería mojar mi ropa, por lo que me acerqué al agua y me puse en posición de lagartija, pude meter mi cara al agua y no encontré nada raro, unos cuantos peces al fondo, pero no son las pirañas. 

Con más tranquilidad me retiré de la orilla y solté un suspiro de alivio. 

Desabroche los botones que sostienen la placa de armadura que llevo, el sonido del metal chocando con el suelo no se hizo extrañar. 

Me quite el cinturón, aunque ni bien lo desabroche la manta o no sé cómo decirle se había caído al suelo. 

—No pensaras en aprovecharte de un pequeño e indefensa zorrita. 

La mire un tanto confundido quitándome lo que sea que tenga arriba quedándome con una playera negra. 

—¿O si mancillaras a una inocente mujercita? 

—Deja eso —Le respondí quitándome las botas —¿Que te paso en el pelaje? 

—¿Lo notaste? 

—No, solo solté una pregunta a lo pendejo —Me quite la playera —Obvio que lo note. 

Ella se rio un poco, pero se puso algo seria al poco tiempo. 

—Los que mataste, me dispararon en esa forma, uno de sus disparos me alcanzo y estuve un poco indefensa por un tiempo, hasta que llegaste. 

—¿Aun te duele? —Me acerque a ella y acaricie su pierna derecha notando que efectivamente tiene una marca. 

—N-o, no mucho —Gimió un poco, trato de sonar dura, pero se nota que aún le molesta un poco. 

Suspiré y pensé en que hacer, pero no sé qué intentar. 

—Te ves preocupado, solo relájate, estoy segura de que estaré bien —Dijo en un tono que busca tranquilizarme —Además, también necesito un baño. 

La miro un tanto incrédulo, pero asiento y retiro mi mano de su muslo. 

Creo que ella malentendió mi mirada, o eso pienso, ella me sonrió y dejo salir una risa un tanto burlona, comenzó a caminar mientras se quitaba su atuendo. 

Sacudí mi cabeza recordando porque vine en primer lugar. 

Me quite el pantalón y me metí al agua en un ritmo un tanto lento, no creí que el agua estuviera tan fría, me recordó un poco al rio de mi pueblo durante el invierno, hasta que el agua llego a mi cintura me avente de cabeza y salí al poco tiempo recogiéndome el cabello del rostro deslizándolo hacia atrás. 

—Ja ja jah —Disfruto del agua, definitivamente necesitaba esto, con los exámenes finales, entrega de proyectos y ahora todo esto, en serio ya hacía falta esto. 

Pero también, es la primera vez que estoy en un cuerpo de agua sin la presencia de mi familia. 

Dejé salir un suspiro y me sumergí de nuevo en el agua, podía nadar a mi gusto sin el miedo de chocar con una piedra. 

Sali hasta que sentí que me faltaba el aire, mire hacia abajo y si estaba profundo donde me metí, voltee a ver a Miko. 

Ella estaba en el agua poco profunda limpiándose el cuerpo, ella noto mi mirada y se metió al agua para taparse el cuerpo. 

Fui en dirección a la orilla, ya con esto es suficiente como para no sentir tanto el hecho de que llevo 3 días sin bañarme. 

—Disfrutas esto —Dijo ella estando a pocos pasos de mí. 

—Si, es refrescante. 

—Olías feo, sigues oliendo mal, pero es más leve ese olor. 

—Que amable —Me reí un poco —Aunque tampoco es como si tuviera un desodorante. 

Me senté cerca de ella, agarré una piedra del agua que era lisa y plana, piedra para que pueda rebotar básicamente y comencé a tallarla en mi cuerpo. Ella observaba este gesto mirándose un tanto confundida. 

—Una vez me dijeron que una piedra se puede usar como jabón —Me reí un poco por la nostalgia —Eso paso hace 14 años —Deje de estar tallando la piedra contra mi cuerpo y me levante, tenía frio, mi cuerpo temblaba ligeramente. 

—¿Cuantos años tienes? 

—19—Dije tirando la piedra haciendo que salte 6 veces —Nuevo record. 

—Impresionante —Dijo ella aplaudiendo. 

Sonrei un poco y me recosté en el agua, usando una mano como ancla mientras el resto de mi cuerpo flotaba, era tranquilizante, cerré los ojos por un momento y dejé de temblar al poco tiempo. 

Sentí como Miko se ponía sobre mí y con su peso me hundía un poco, abrí lo ojos para verla sonriéndome con una sonrisa pícara. 

—¿Cansado? ¿Tan rápido? Dijo ella. 

Afortunadamente estábamos en aguas poco profundas además de que me deslice más hacia la orilla lo suficiente como para que ella pudiera bajar su rostro hasta que descanso en mi pecho. 

Le acaricie el pelo sintiendo sus pechos presionados contra mi abdomen. 

—Eres adorable por ratos—Dije de forma pausada, estaba cansado. 

La pregunta era, ¿de qué estoy cansado? Quizás sea un bajón emocional de un rato, nada nuevo, a decir verdad. 

—¿Y en el resto del tiempo? ¿Que soy? 

—no sabría responderte a eso con seguridad. 

Seguía acariciando su pelo y ella decidió subir ligeramente. 

—Al carajo —Dije y comencé a besarla. 

Ella se veía sorprendida, incluso trato de alejarse, empujándome, pero al poco tiempo dejo de intentar alejarme y rodeo mi cuello con sus brazos acercándome aún más. 

Fui yo quien separo el beso. 

—Voy a —Me quedé callado, no pude terminar la frase. 

—Hazlo —Dijo ella, parece que incluso ella quiere que lo haga, ¿pero que tan bien está que haga esto? 

Se que lo que he hecho no está del todo bien, pero...aun así llego a disfrutar de cada momento, incluso arrebatarle la vida a los que lo he hecho, y hacerlo, también me gusta, pero quiero, quiero una vida tranquila. 

Mis pensamientos fueron detenidos por ella. 

—Nunca tuviste que matar a alguien antes, ¿Verdad? 

No respondí, simplemente evité mirarla a los ojos. 

—Intenta no pensar en eso —Dijo golpeando mi muslo con su mano —¿Sera que podre ver el vigor que Fressia recibió? 

—Así que nos escuchaste. 

—Si, desde que la tomaste cuando te rompió la nariz, y ciertamente, eres interesante. 

— De acuerdo —Dije y comencé a acariciar su cuerpo —Te lo mostrare. 

La comencé a besar agarrando sus piernas, mis manos se deslizaron hasta su culo, lo aprete un poco, ella me mordió el labio inferior, ella gimió un poco, pero el sonido se ahogo por estar besándome.

fruncí el seño un poco, besarla era como besar a A2 o a Shenhe, era inexperta en esto.

—¿Es tu primera vez?—Pregunte llevando mi mano a su entrepierna comenzando a acariciarla.

—Ah ahhhh—No me respondió de primeras pero su cuerpo comenzó a querer pegarse a mi mano—¿Crees que...ahh...una uhhh...zorra como yo? ahhhh mierda, eres ummm bastante bueno con esto

Asentí con la cabeza, le di la vuelta para que quedara de espalda al suelo, abrí sus piernas y me coloque entre ellas, básicamente posición de misionero, solo que aun no lo meto.

—Solo dime algo, con honestidad—Hice una pausa para acorralarla contra el piso con mis brazos apoyándose a la tierra que esta a los lados de su cabeza— ¿Nunca lo has hecho, verdad?

Ella volteo la mirada, su rostro estaba rojo, como un tomate.

—N...no, nunca lo he hecho—Respondió agarrándose a mi mano, como si buscara algo en que aferrarse.

Me quede callado un momento, mirando su rostro.

Suspire y la bese nuevamente, ella me correspondió el gesto, sus manos me agarraron la cabeza abrazándome.

Rompió el beso al empujarme desde los hombros—A ti si que te gusta esto—Se rio un poco—Puedo permitirlo.

 Apoye mi frente sobre la de ella, le acaricie su mejilla con una mano.

—¿Estas segura de querer darme esto?

No respondió, ella miro hacia el brazo que tenia apoyado al suelo, cerro los ojos, en silencio, solo escuchando su respiración y el agua circundante sus pies me bajaba el boxer.

—De acuerdo.

Se llevo una mano a su rostro mientras colocaba mi miembro contra su feminidad.

—Ah...a—Se mordió el puño.

Lentamente lo fui metiendo, rompiendo una membrana en su interior.

—Ah...en..tro—Ella tuvo una reacción algo peculiar, como si tratara de escapar.

Comencé a mover mi cintura, lentamente.

Su cuerpo tubo un temblor, pero parece que esta en conflicto, sus piernas me rodearon, sus brazos me querían empujar, pero sus uñas se clavaron en mi espalda.

—Arghh—Deje salir un quejido, si me dolió, podía sentir mi carne dividirse por sus uñas.

—Lo sie...nt...to—Balbuceo.

Aunque definitivamente me duele mas a mi que a ella.

Solo gruñí un poco mientras ella gemia.

El agua salpicaba alrededor de nuestros movimientos, ella conforme pasaba el tiempo dejaba de enterrarme las uñas.

Me miro y me sonrió mientras se pasaba su dedo por los labios.

La maldita uso mi sangre como un labial, fruncí el seño al verla, ella se rio un poco, me metió uno de sus dedos en la boca.

Quite mi rostro de su alcance.

—No me hagas eso.

Miko se rio suavemente al ver mi expresión y retiró la mano, dejando su dedo aún húmedo de mi sangre bajar por su propio cuello.

—Está bien, está bien… —dijo con voz suave, casi burlona, pero con un toque de ternura—No lo haré si no quieres.

—Solo... no estoy de humor para juegos raros —respondí, con la respiración aún agitada.

Ella me miró por unos instantes, su mirada, normalmente juguetona, ahora mostraba algo mas allá de esta lujuria.

—Perdón —dijo, con un tono mas suave—A veces... no sé cómo actuar. Nunca he hecho esto.

Sus palabras me tomaron por sorpresa, no sentía nada de mala espina, creo que comenzó a ser mas honesta.

Deslicé mi mano desde su mejilla hasta su cuello y luego acaricié su cabello mojado, apartándoselo del rostro.

—No eres la única —le respondí en voz baja—Tampoco se que hacer ahora.

Miko parpadeó, confundida, y por un momento pareció olvidarse del agua, del frío, incluso del dolor.

—Eres un idiota —dijo con una sonrisa melancólica—Pero... me gustas así.

—No sé si sentirme bien por ese comentario o triste.

Ya no se movía tanto, creo que se acostumbro, aunque seguía jadeando un poco cada tanto.

—Eres mas suave conmigo que con Fressia.

—Ella es una guerrera, no una sacerdotisa—Hice una pausa, creo que estoy siendo un poco hipócrita, pero tampoco fui tan rudo con A2 o Shenhe—¿Quieres que lo haga fuerte?

No respondió inmediatamente, sino que se tardo en responder, simplemente asintió cerrando los ojos, sus manos se cerraron detrás de mi espalda.

Comencé a moverme mas rápido, las ondas en el agua se hicieron mas fuertes y altas, hasta que se escuchaba un chapoteadero.

—Ahhh ahhh ohh—Las piernas de ella apretaron con fuerza mi cintura, era complicado moverse libremente.

Pasamos varios minutos así, hasta que me desespere, comencé a moverme mas rápido, cada vez mas rápido.

—Mier..daaahh—Balbuceo—Siento aaalgo raro venir—Se mordió el labio—Mierda, no pares.

—Como tu digas.

Ella convulsiono un poco dejando salir un grito ahogado.

Sin embargo, no me detuve, seguí invistiéndola un rato mas, hasta que estaba a punto de correrme, no quiero mas responsabilidades de momento.

Saque mi miembro de su cuerpo mientras disparaba mi carga, posiblemente no pude sacarlo a tiempo, si que soy un idiota.

El abdomen de ella se lleno de blanco, momentáneamente, el agua se llevo la gran parte al instante.

—Deberíamos regresar.

—S..si.

Me separe de ella y me metí al agua de nuevo para limpiarme, Miko lo hizo detrás de mi, en el agua me abrazo, aunque se movía mas dependiente de sus brazos.

—Si que se sintió bien—Dejo salir un suspiro antes de besarme—Espero que te hagas responsable esto.

—¿A que te refieres?

—Ya lo entenderás.

Regresamos a la orilla y ella comenzó a ponerse su ropa lentamente.

me seque con la manta que sirve como gabardina, o que da la ilusión de ser una al atuendo completo, me puse todo manualmente, algunas costumbres nunca cambian.

Me hice el pelo hacia atrás con una mano despejando mi frente y vista del pelo—Andando—Dije comenzando a caminar a su ritmo.

—Eres bastante rudo —Dijo ella apoyándose en mi cuerpo. 

—¿Y hasta ahora te das cuenta? —Me reí un poco. 

Ella se rio también, pero si se le notaba que le costaba caminar. 

—Ahora entiendo porque A2 caminaba raro. 

—Y tú ahora ni caminar por tu cuenta puedes. 

Suspire y deje de avanzar. 

—Sube a mi espalda, lo necesitas. 

Ella me hizo caso y elevo sus piernas para que la cargara. 

Mientras caminaba me vino a la cabeza numerosos recuerdos y pensamientos, la mayoría irrelevantes, pero hay uno que encaja en esta situación de forma cómica. 

—Jeh. 

—¿Que te parece gracioso? 

—Me acorde de como un aventurero llevaba a una maga que solo puede usar un hechizo por día. 

—¿Debería sentirme ofendida? 

—Esto es diferente —Dije, pero llevé mis manos a sus glúteos —Tú no puedes caminar por mi culpa, no porque estes cansada. 

—Lo bueno es que dejaste de oler feo. 

—Y me siento más tranquilo. 

Tenía una sonrisa confiada en el rostro. 

Cosa de la cual espero no arrepentirme de tener. 

Sigo sin tener hambre, pero, a la vez quiero tener un chocolate o un helado, que, si bien de por si no los comía de forma frecuente, si llego a extrañar el sabor. 

Definitivamente extraño que llegue la noche y poder meterme en mi habitación para jugar un poco, pero, el primer día estuvo bien, creo, ayer, perdí una pierna, me entere que seré padre, que debo proteger, que debo proveer, si fue una gran carga repentina, pero hoy que estoy más tranquilo, que puedo relajarme un poco, quiero poder volver a jugar, escuchar música, hablar con amigos, pero no puedo. 

Mi sonrisa se desvaneció, ahora comprendo la carga que tenía mi padre, aunque creo que me pase la barda de una forma horrible, dinosaurios salvajes, gente mala que no tiene limitantes al no haber gobierno. 

No me tengo que amargar la existencia, aunque tampoco voy a fingir que voy a caminar sobre pétalos de rosas. 

Miko tarareaba un poco mientras el sol se ocultaba, a la distancia pude distinguir mi casa, o bueno, mi nuevo hogar. 

Aunque había un detalle interesante, los parasaurios que dormí en el medio día ya estaban junto a los que domesticamos en la madrugada. 

Eran 27, 4 de la madrugada, 23 del resto del día, ¿Como llegaron ahí? 

Llegamos al patio y no había nadie ahí, ni siquiera se escuchaban martillazos en la caja, pero en la casa todo era distinto. 

Subí las escaleras y ahí estaban, Hefestos estaba en la mesa de un comedor estaba revisando uno de los lancer, un rifle largo, además de estar con la minigun que dejé ayer para que se defendieran, con Lucy haciéndole compañía, aunque no hablaban. Y del otro lado, estaba A2 con Shenhe, A2 viendo como Shenhe cocinaba, pero fue A2 y Lucy quienes nos dirigieron la mirada al momento de entrar por la puerta. 

—Así que algo le paso a la zorra —Dijo ella —¿Le pico algún animal? 

—Si, tu marido —Miko contesto. 

A2 se notó molesta, muy molesta, sus ojos parpadearon en rojo por un segundo, pero después noto algo en Miko. 

—No te hare nada, porque estas en la misma situación que yo —Se burlo haciendo el mismo gesto que Miko le hizo en la mañana. 

—¿Lo hiciste adentro? —Me pregunto Miko. 

—No lo saque a tiempo —Dije aguantándome la risa, mi cara estaba roja y tenía una sonrisa burlona. 

—Sigue sin agradarme —Declara A2. 

—Sé que es difícil, muchas veces tuve que trabajar con idiotas en trabajos importantes —Hablaba mientras dejaba a Miko en las escaleras —Pero quien sabe, incluso por esto que pasa descubras que juzgaste mal a Miko. 

Hice una pausa en lo que cerraba la puerta y me recargaba en el muro después miré a A2, fugazmente, no quería verla justo después de haber tenido relaciones con alguien más. 

—Necesito que ustedes dos se lleven bien, más bien que todos nos llevemos bien. 

—Con Kaede y Shenhe me llevo bien, con Hefestos, no he hablado con ella —Declaro A2—Con Miko, hay algo que no me permite llevarme bien del todo con ella, quizás sea su actitud burlona. 

Miko saco un peine de color rosa con temática de zorro, creo haberlo visto antes, comenzó a cepillarse el pelo escuchando a A2 mientras hablaba de ella. 

—Soy una kitsune, soy bromista por naturaleza—Hablaba mirando directamente a A2. 

Saqué las piedras de antes y seguí jugando un poco, pero creo que eso desespero a A2, me apretó la mano y las piedritas cayeron al suelo. 

—Ya deja esas malditas piedras y mírame —Ella tomo mi barbilla y me beso —Odio esto que siento por ti, pero... 

—Lo sé —Le puse una mano en su nuca y otra en su mejilla —Es difícil —La besé, pero no era uno un tanto romántico, sino uno de necesidad, crudo, como si vaciáramos lo que sentimos los dos en este momento. 

—Sabes a esa zorra —Dijo un tanto seria —Pero no importa ya. 

Ella me soltó e hizo que la soltara al empujarme ligeramente. 

—No me pidas que sea una ama de casa, no completamente ni ahora —Ella me golpeo ligeramente en el pecho —Y .... 

Ella no pudo hablar, aunque llego a intuir que es lo que pasa. 

—Tranquila —Me separé del muro y di un paso. 

Era más alto que ella, más alto de lo que debería y hasta ahora me doy cuenta, ella no está usando sus tacones después de todo, esta con unos zapatos escolares lo que le reduce la altura 

Negue con la cabeza, quería seguir besándola, pero no creo que le guste. 

Era un silencio un tanto incomodo, ella podía saberlo, Miko también lo sabía, todos lo sabíamos, con una excepción. 

El estómago de A2 gruño levemente, ella se sonrojo un poco, se dio la vuelta y me di cuenta de que hizo un soplido de aire como si hiciera un puchero. 

—La cena ya está de todos modos —Hablo Shenhe llevando una hoya a la mesa, pasando por enfrente de mí y de A2. 

El silencio volvió brevemente, A2 siguió a Shenhe tomando un lugar en la mesa. 

— Simplemente vayamos a cenar —Dije levantando a Miko—vamos piernas flácidas. 

—¿Disfrutas de esto? 

—Si, aparte, creo que estoy despertando un gusto por tus piernas. 

—Pervertido. 

—Mira quien habla. 

Mire directamente a su rostro, sabía que era linda, pero, ahora me parece muy hermosa, bastante, sus rasgos suaves y finos, incluso con este cuerpo ella estaría fuera de mi alcance, mucho más con mi cuerpo original, vaya suerte que tengo. 

—¿Que tanto me vez? ¿Acaso te gusto? 

—Eso es algo estúpido de preguntar —La coloque en la mesa —Si, me gustas. 

Parece que le di en el clavo, ella se sonrojo, quizás no se esperaba esa respuesta, o no creyó que lo iría a decir. 

Decidí agarrarle la barbilla y la besé, era algo raro besarla, se notaba que era muy torpe en esto, muy insegura, quizás porque si era más inocente de lo que parece, incluso diría que es hasta tierna, a pesar de hacer muchas bromas en doble sentido y ser fan de doujins yuri. 

La deje en la mesa, y al ver al resto, simplemente era algo interesante, A2 se veía algo molesta, Shenhe estaba mirándonos directamente, Kaede tenía una expresión de confusión, Hefestos por su lado, evito mirarnos, como si no hubiera pasado nada. 

Me quede parado al lado de Miko por un tiempo, realmente no hacia ni un carajo más que estar pensando en una pendejada, literalmente una pendejada "quiero jugar Halo otra vez", aunque quizás pensé mucho en eso ya que en un segundo rejugue el Halo CE de forma mental, tal como el meme de que el DOOM corre en todo sitio, incluso en nopales. 

Quizás me centre mucho en eso ya que cuando volví a la situación real estaba siendo sujetado por Shenhe, tenía sus manos agarrando el cuello de mi abrigo, estaba mirándome de forma seria, bastante para mi gusto. 

—No es justo que solo con ellas dos te diviertas —Hablo para que su siguiente acción fuera besarme de forma posesiva, literalmente sentía como me hacía falta el aire ya que pareciera que ella lo hubiera absorbido por completo dejándome solo con el aire que tenía previo a que ella me besara. 

El beso era torpe, pero demasiado posesivo, es muy torpe, se nota que no tiene experiencia, creo que solo tiene el conocimiento por lo que hicimos ese día y quizás recuerdos de sus padres, aunque dudo que sean agradables. 

Ella agarro mis manos por la fuerza e hizo que tocara su cuerpo, definitivamente no sabe controlarse, sus ojos no reflejaban más que lujuria y ansias. 

Mentiría si dijera que no estoy asustado, lo estoy, pero Shenhe dejo de besarme de esa manera al escuchar a alguien quejarse. 

—Que bárbaro —Dijo Hefestos mientras se veía molesta —Esto es lo que faltaba, el único hombre con el que me encuentro y resulta ser una bestia. 

No se veía celosa como A2, sino molesta, de asco, como si perdiera el respeto que tenía por mí. 

¿Se me olvida algo? 

Aparte a Shenhe, haciéndole también un gesto para que dejemos esto para después. 

Simplemente avancemos. 

Dejé salir un suspiro, mi mente comenzó a quedar en blanco, siendo que como antes, decidí seguir con una rutina, que ahora ya no puedo seguir al pie de la letra, sino de lo que puedo mantener. 

Me senté en una de las sillas, Shenhe comenzó a servir los platos. 

El silencio era un tanto incomodo, comencé a comer tranquilamente, pero después de unos minutos llevé mi mano a mi bolsillo derecho del pantalón, metí la mano, pero no encontré nada. 

Deje salir un quejido, no creo poder explicarle a ninguna el porque me queje, bueno, no importa eso. 

—¿Que mierda tienes? —A2 hablo. 

—Como sabrás, antes tenía lentes, pero también tenía un aparato que me servía de cámara, teléfono... —Negue con la cabeza —No, nada. 

Tenía razón, Shenhe, Miko y Hefestos no sabían de que hablaba, se les notaba en su rostro, Kaede y A2 se miraban más entendidas. 

—Gracias por la comida —Dije levantándome, yendo directo a la habitación en la que me quedé ayer. 

El camino fue corto, paso por paso, deje la puerta abierta pues no quería gastar recursos en la iluminación con las antorchas. 

Me quite los zapatos, bueno, me quite varias cosas, quedando solo con mis pantalones y mi playera, me tire de espaldas contra la cama, o bueno, catre. 

Miré el techo por varios segundos hasta que comencé a escuchar pasos, al voltear la mirada ahí las noté, A2, Miko y Shenhe. 

—Tenemos que hablar —Hablo A2 dando el primer paso, seguida por Miko y Shenhe, parece que ya hay una jerarquia. 

—¿Sobre qué? —Hable, pero ya me doy una idea de lo que quieren hablar. 

—¿Que somos? ¿Familia? —Hablo A2. 

—¿Aliados? —Miko complemento —¿Que somos para ti? 

Deje salir un quejido sentándome en la orilla de la cama. 

—Fressia ya lo sabe, para mi ustedes son.... —No supe como decirlo —Me gustan, todas tienen un cuerpazo, además de ser hermosas, pero sé que no quieren ser reducidas a meros trofeos. 

No sé qué hacer, les mire sus rostros. 

—Las quiero —Dije, Miko y A2 sabían que había algo entre esas palabras. 

Ellas se acercaron, A2 se colocó a mi lado derecho y me abrazo, al igual que lo hizo Miko, solo que lo hizo de enfrente. 

—Se lo que quisiste decir —Miko hablo dándome un beso —En un principio, pensé en usarte como un escudo, nadie en 2 años no me veía sin apuntarme con un arco, ballesta o esos "rifles". 

A2 me agarro de la barbilla y me miro a los ojos. 

—Confiare en ti —Se recargo de mi hombro —No sé si me arrepentire de esto —Dejo salir un suspiro mientras aumentaba la fuerza de su abrazo —Espero que no pase. 

Mire a Shenhe, ella no había hablado nada, solo se quedó ahí parada mirándonos. 

—¿Y tu? Todos tienen que hablar, no te quedes callada. 

—Me gusto lo que me hiciste ese dia, lo que hicimos —Dijo calmadamente con tono monótono. 

Ella se movió un poco, más cerca, sus manos se movieron hacia los botones de su camisa. 

—Quiero hacerlo de nuevo. 

Deje salir una risa al escuchar eso. 

Recibí miradas de las 3, un tanto como de juicio. 

—Bien, diria que no quiero, quiero hacerlo, pero... 

Mire hacia A2 y Miko. 

—Ya estamos llenos de problemas con solo ellas dos embarazadas —Mire a Shenhe quien se había quitado ya la camisa —Simplemente creo que deberíamos detenernos por el momento. 

—Tranquilo —Miko coloco su mano sobre mi mejilla, al igual que A2—Ya viste que hacerlo no es automáticamente embarazo seguro. 

—Hable con ella durante la tarde, se está quedando con nosotros porque le gusto lo que hicimos, no por un deseo de lealtad, amor, o por una promesa como yo, aunque creo que... —A2 no pudo terminar de hablar, simplemente me beso —Creo que estoy comenzando a amarte. 

Guarde silencio. 

—Vamos a la cama —Dijo Miko poniéndose de pie. 

A2 la siguió, se pusieron más "cómodas"…creo. 

Siguieron lo que hizo Shenhe, se quitaron su ropa, dejándola en el suelo, solo Miko la doblo y coloco encima de la caja. 

A2 coloco su mano sore mi hombro. 

—No hace falta hacerlo ahora —Agarro mi brazo derecho y me llevo a la cama. 

Ella se recostó y me jalo hasta la cama. 

—Es verdad —Dijo Shenhe, tomando mi brazo izquierdo y recostándose a mi lado —Solo, me gustaría sentirlo de nuevo. 

Suspire, quedándome en medio de esas dos, justo como el primer día. 

—Otro día —Dije resignándome a quedarme sin la capacidad de moverme durante las próximas horas. 

Para mi sorpresa, entre muchas comillas fue que Miko se subió encima de mí y se acurruco contra mi pecho. 

—¿Incomodo? —Dijo ella al notar mi semblante. 

—Es la prim... 

—No nos importa —A2 hablo panado mi brazo por debajo de su cabeza como apoyo, suspiro mientras se acurrucaba sobre mi hombro. 

Shenhe imito su acción, pero ella se pegó con más fuerza. 

Exhale profundamente al sentir el peso de ellas 3, pero, incluso con eso, no siento una carga, siento como si una carga se me quitara de encima, siento tranquilidad, mucha. 

Cerré los ojos, no tengo las ganas ni el humor de moverlas, aunque no me molesta que estén así. 

 

 

 Muy bien, espero que les haya gustado, espero no tardar en publicar tanto tiempo como siempre pasa.