Aloe Vera
Era bastante temprano en la mañana. Un resplandor surgió desde el este, sumergiendo el cielo azul en un encantador brillo dorado.
El deteriorado Pabellón Qiong se alzaba rodeado por una espesa plantación.
Gu Chaoyan estaba sentada entre este conjunto cuando Qing llegó allí con la caja de comida que acababa de traer de la cocina. —Señorita, ¿qué está haciendo aquí? ¡Venga a desayunar!
—¡Entendido! —respondió Gu Chaoyan, aunque no quería irse. Todavía estaba ocupada buscando más hierbas entre las malezas. Ayer había encontrado accidentalmente ajenjo que podía detener el sangrado. Vino hoy con la esperanza de que algo mejor pudiera estar esperándola aquí. Por eso estaba aquí tanteando tan temprano en la mañana.
Y no quedó decepcionada.
No solo había encontrado Aloe Vera, sino también otras hierbas que podrían ayudarla a fabricar algunos tipos de veneno.
En esta era, las plantas que podían florecer hermosamente a menudo eran consideradas nobles e importantes. Las hierbas de aspecto verde eran consideradas inútiles y habían sido catalogadas como malezas.
Pero la gente no tenía idea de cuánto podían hacer con estas plantas 'inútiles'.
Ahora, ella iba a aprovechar al máximo estas plantas.
Gu Chaoyan sonrió radiante. —Qing, trae algo de agua limpia aquí.
Pronto Qing tuvo el agua lista, Gu Chaoyan guardó las otras hierbas y lavó primero el Aloe Vera. Exprimió el jugo y se lavó la cara con él.
En realidad, la piel de Gu Chaoyan estaba actualmente bronceada, pero la calidad de su piel era excelente. Su rostro era suave. Tan pronto como pudiera eliminar el bronceado, se volvería mucho más bonita. Gu Chaoyan no podía entender cómo una chica de tocador como ella había logrado adquirir un tono de piel tan oscuro, ¡que era peor que el de las sirvientas de la mansión!
Pero con la planta de Aloe Vera aquí, iba a resolver fácilmente el problema.
Incluso iba a poner algo de jugo de Aloe Vera en su cuerpo mientras se bañaba por la noche, para que todo su cuerpo pudiera adquirir también un tono más claro.
Tenía que eliminar el bronceado de arriba a abajo.
—Señorita, ¿qué es esta cosa verde que usó para lavarse la cara? —preguntó Qing confundida.
Había estado notando los extraños comportamientos de su señorita durante estos últimos días. Era como si fuera una persona completamente diferente. Pero Qing seguía confiando profundamente en ella.
Después de que Gu Chaoyan terminó, respondió tranquilamente de buen humor. —Ayuda a eliminar el bronceado de la piel, excelente cosa.
Dijo mientras tiraba el agua:
—Cuando encuentres tiempo, puedes probarlo tú misma.
Qing jadeó sorprendida y curiosa.
Estaba sorprendida de cómo su señorita había adquirido tal conocimiento sobre estas plantas. Pero más que eso, quería comprobar si esta planta realmente podía producir los efectos mencionados.
Estaba a punto de preguntarle más cuando vio a un grupo de personas dirigiéndose hacia ellas.
Qing habló en voz baja. —Señorita, ¡es la Segunda Señorita!
Gu Chaoyan se dio la vuelta y vio a la ostentosamente vestida chica acercándose a ellas. Ha, aún no había comenzado su venganza, y en cambio la perpetradora se había entregado a su puerta.
—Qing, tráeme una silla —dijo Gu Chaoyan con calma.
Recogió un pequeño lote de las hierbas que había arrancado antes y las escondió en sus mangas. Estaban frescas, así que Gu Chaoyan no estaba segura de si serían tan efectivas. Sin embargo, Gu Ruxue debería ser capaz de probar su primer golpe.
Qing acababa de traer la silla afuera cuando Gu Ruxue se acercó a ellas y se burló:
—Has aprendido a comportarte...
Justo cuando estaba a punto de tomar asiento, una silueta se le adelantó y se sentó.