Sin cerebro

La Sra. Gu miró a su hija.

Gu Ruxue susurró al oído de la Sra. Gu.

—Mamá, he cambiado de opinión. ¿Podrías hablar con la Señora Gu más tarde y decirle que Gu Chaoyan y yo podemos casarnos juntas con el Príncipe de la Mansión del Duque Changning?

—¡¿Qué?! —La Sra. Gu se sorprendió—. ¿Por qué, Ruxue, por qué?

Gu Ruxue la hizo callar, diciéndole a su madre que no continuara. Susurró.

—Ella será la concubina, y yo la esposa, así que por supuesto podré controlarla. Sabes qué días ha tenido durante los últimos años.

—Pero...

—¡Nunca debemos permitirle tener una vida tranquila! —El rostro de Gu Ruxue se retorció mientras la ira se cernía sobre su cara—. Cuando escuchó la idea del Príncipe de tomar a la chica fea como concubina, se enfureció mucho, de hecho. El Príncipe odiaba a la chica antes, pero ahora ella lo estaba seduciendo cuando estaba distraída. Así que lo que Gu Ruxue iba a hacer era hacer realidad su sueño - ¡le encantaría ver cuánto podía soportar la chica fea!