—El acuerdo matrimonial se ha cancelado —dijo la Señora Gu con un tono preocupado.
Lo que le preocupaba no era el acuerdo matrimonial roto, sino la potencial alianza que había intentado establecer. Si pudiera casar a Chaoyan con el hijo del oficial del Ministerio de Ingresos, tal vez la posición de su hijo podría ser promovida. Incluso otros hombres de la Mansión, como Yunhe y Yuxuan podrían obtener algunos beneficios.
Ahora... Se sentía con el corazón roto al ver el acuerdo matrimonial arruinado.
Chaoyan no era como Ruxue, que era bonita e inteligente. Ruxue podría casarse con casi cualquiera en la ciudad capital, pero Chaoyan no era bonita ni inteligente, ¡y estaba divorciada! ¿Quién más querría casarse con ella, cuando habían perdido al oficial del Ministerio de Ingresos?
La Señora Gu casi estalla en lágrimas.