Al escuchar lo que dijo la Señora Gu, Gu Ruxue preguntó lentamente mientras su expresión cambiaba. —¿Qué tienes en mente?
La Señora Gu sonrió brevemente. Había estado haciendo preparativos para contratar algunos maestros para Ruxue que le enseñaran algunas habilidades básicas, para que pudiera ingresar al Colegio Santo. Sin embargo, en cuestión de días, esa chica desgraciada había armado tal escándalo y ella no iba a permitirle tener una vida tranquila.
Era muy fácil lidiar con ella.
—Si la Princesa Gu y la Señora Gu pueden hacer que se case con el hijo de un oficial del Ministerio de Ingresos, nosotras también podemos hacer que se case con un hombre de nuestra elección...
...