Capítulo 38: ¡Está bien que otras chicas se vistan así, pero tú no!

—¿Hermano Song Yun, estás... tan rico ahora?

Yuan Siyi presionó el hielo contra su tobillo hinchado, sonriendo burlonamente a Song Yun.

Desde que era pequeña, tenía sentimientos especiales por Song Yun porque él era el único que se levantaba y la protegía cuando la acosaban.

En su corazón, Song Yun era el mejor hermano en todo el mundo, ¡sin competencia alguna!

Cuando vio la ostentosa muestra de riqueza de Song Yun, solo preguntó en broma, pero no había ni un rastro de codicia en sus ojos.

Si a Song Yun le iba bien, ella sinceramente le deseaba felicidad, y si no le iba bien, no lo menospreciaría.

Esto podría ser simplemente la emoción humana más fundamental.

En ese momento, la vendedora trajo la lista de precios preparada por el gerente, y Song Yun la miró casualmente antes de firmar el contrato.

Firmando y pasando la tarjeta, el proceso fluido atrajo la atención de muchas personas en la exposición de autos.