La situación seguía fermentando, y las actitudes de los internautas hacia Xiao Wan se volvían cada vez más exaltadas.
—Qué montón de tonterías sobre ser pura como el hielo y el jade.
—Qué disparates sobre ser la nueva chica de al lado popular.
—Qué patrañas sobre alguien que incluso se negaría a filmar una escena de beso.
—¡Todo son mentiras!
—¿Cómo podría debutar una mujer tan inmoral?
—Gracias a Dios que alguna persona bondadosa desenterró la suciedad, ¡de lo contrario quién sabe cuánto tiempo habríamos sido engañados!
Xiao Wan estaba sentada en la oficina de Lu Guan de Tianyu; miraba las búsquedas tendencia en línea, sintiéndose muy dolida por dentro. No entendía qué estaba pasando, por qué todos la maldecían en tan poco tiempo.