Iluminados por el resplandor verde fantasmal de una lámpara de aceite desconocida, así como por las linternas frontales adheridas a sus sombreros, ¡el grupo entró en pánico al descubrir que este pequeño espacio de apenas más de veinte metros cuadrados estaba lleno de pilas de huesos blancos!
Sus espíritus se hundieron lentamente ante esta visión. Si no podían encontrar un nuevo camino, ¿terminarían uniéndose a estos huesos blancos?
—¡Miren, la ropa en estos cuerpos es moderna!
El Profesor Yan no mostró miedo, sino un entusiasta interés en estudiarlos:
—Parece que estas pobres almas eran trabajadores locales. A juzgar por el hecho de que la puerta de cobre está intacta, estas personas debieron haber usado palas de Luoyang para romper la capa de tierra y luego excavar este pasaje.
—Sin embargo, su presencia aquí también nos demuestra una cosa, que nada en las reliquias subterráneas ha sido perturbado aún, ¡lo cual es una buena noticia para nosotros!